CAPÍTULO 3: Día 1

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Retomando el capítulo anterior

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Retomando el capítulo anterior

Riro está intentando arreglar la silla gamer de Philip (sin éxito), mientras que los otros estaban "ocupados".

Philip parecía estar trabajando en la computadora (la verdad no sé qué estaba haciendo), usando la silla de trabajo de Sasha.

Eric solamente estaba mirando con curiosidad a Riro... parecía que Eric no tenía nada mejor que hacer.

Sasha estaba leyendo mangas... (me pregunto cuantos mangas tendrá guardados) no se puede ver la portada, pero supongamos que es del mismo género del manga que Riro leyó.

De repente Riro sentía un gran vacío en su interior, la expresión de su cara era lamentable, y Riro cayó otra vez de espaldas al suelo, el gran vacío que ella sentía... estaba en su estómago.

Estaba en una cabaña, pero no era la misma cabaña de los tres husbandos, era una diferente, y le vino a la mente el otro mundo al que ella había ido al caerse de la silla, entonces concluyó que estaba de regreso en su mundo

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Estaba en una cabaña, pero no era la misma cabaña de los tres husbandos, era una diferente, y le vino a la mente el otro mundo al que ella había ido al caerse de la silla, entonces concluyó que estaba de regreso en su mundo.

Se sentó sobre la cama, se paró y caminó por los alrededores. Había una chimenea encendida con una caldera, en la cual parecía haber sopita calientita. Escuchó un ruido que provenía de fuera, se asomó por la ventana, y vio al muchacho por el cual se había tirado del acantilado.

Este muchacho estaba partiendo leña para el fuego, volteó y sus miradas se encontraron, Riro automáticamente se agachó y se hizo bolita en el suelo para esconderse de él.

El muchacho (7w7) suspiró, dejó de cortar leña, y entró a la casa.

Se paró delante de Riro, se agachó y le dio un sape.

–¿Qué clase de persona estúpida se tira de un acantilado de esa forma? Y aunque te quisieras matar, ese "acantilado" apenas medía un metro, no sé ni por qué te desmayaste –el nuevo husbando volvió a suspirar, –Anda levántate –le ofreció la mano para ayudarla a levantarse.

Riro levantó la cabeza y tomó la mano del husbando, miró los ojos carmesí del husbando e inmediatamente bajó la mirada.

–M-mi nombre es Ricitos de Oro... puedes llamarme Riro... –dice en voz baja mirando al suelo.

Ricitos de oro...?/OtomeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora