Mi Última Luz

Capitulo lll: Campamento.

Los días de invierno siguieron transcurriendo con normalidad, los cuatro amigos tenían reuniones en la cafetería y hablaban de cosas triviales, lo que era cierto es una cosa, todo estaba a punto de cambiar.

Llegando a clases el profesor de historia les informo acerca de un viaje escolar para investigar algunos sitios arqueológicos en un bosque cercano, la actividad duraría sábado y regresarían domingo por la tarde, tenían que escoger un compañero de trabajo y como era de esperar Damián y Lizeth decidieron ir juntos, lo que fue una gran sorpresa era que el grupo de Erick también estaba dentro de la actividad y algo que los sorprendió aún más era el hecho de que Laura estaba con él, pues resulta que ambos estaban en el mismo curso.

Erick: Vaya sorpresa, cuando el profesor menciono un grupo de segundo grado nunca imaginé que sería el de ustedes.

Damián: Si, yo tampoco imaginé que ustedes serían el grupo que nos haría compañía, pero me alegra mucho de que ustedes también vengan, ahora que les parece si preparamos algunas cosas para llevar al campamento?

Lizeth: Eso suena genial, yo llevaré algunos malvaviscos

Laura: Entonces yo llevaré algo de soda para refrescarnos

Luego de un par de semanas Laura finalmente había agarrado algo de confianza con sus nuevos amigos, por lo que podía hablar con bastante naturalidad.

Damián: Bien, llevaré algo de botana

Erick: Esto…que podría llevar yo?
Damián: Creo que sería buena idea si llevas algo de comida para animales, podríamos divertirnos un poco alimentándolos.

Erick: Buena idea, eso sería genial.
La campana resonó en toda la escuela, indicando el final del descanso

Erick: Bueno, nos veremos mañana, procuren llegar temprano, así podremos conseguir buenos lugares.

Todos aceptaron esto con una sonrisa marcada en su rostro, ansiosos de que el día llegará fueron a sus asientos.
Las clases finalmente terminaron, Damián y Lizeth se despidieron en la salida de la escuela, tomando direcciones contrarias para llegar hasta sus casas.

Cuando Damián llegó a casa encontró una carta en la puerta, la tomo y comenzó a leer.

- Querido Damián, si lees esto significa que ya no estoy en casa, he salido debido a un negocio que ha surgido en Londres, estaré fuera cerca de un mes, deje algo de dinero debajo del colchón, puedes usarlo para pagar lo que necesites y comprar comida si es que se termina. Trata de no traer muchas chicas a la casa, entendido?
Te quiere tu padre: Raúl

Damián: Ese viejo, pudo al menos haber avisado que saldría, bueno ya no importa, será mejor que consiga las cosas para mañana.

Damián abrió la puerta de su casa y encendió las luces, cerro con llave y se dirigió hacia el colchón, ahí encontró una gran cantidad de dinero, tomo solo un poco y lo dejo en su lugar nuevamente. Luego de esto tomo las llaves y volvió a salir en dirección a un supermercado cercano.
En el camino vio su celular, eran casi las 6 de la tarde, el sol ya se estaba comenzando a ocultar, así que se dio prisa. Finalmente llegó al supermercado y entro, se dirigió a la sección de comida rápida y tomo varios paquetes de botana, luego de esto se dirigió a la registradora en donde pago todo. Estaba a punto de salir cuando la puerta se abrió y entro Laura.

Ambos se miraron durante unos segundos hasta que con un pequeño sonrojo, Laura saludo.

Laura: Hola Damián, que haces aquí tan noche?

Damián: Bueno…yo estaba comprando lo que vamos a comer mañana.

Laura: Oh ya veo, así que hemos venido por lo mismo.