Damián camino de regreso hasta su hogar, decidió no tomar el transporte debido a que necesitaba despejar su mente de todo lo sucedido, aún no podía procesar que Laura se le había declarado, era algo que jamás hubiera pensado que sucedería en todo este día. Durante su camino de regreso no pudo evitar pensar que era una hermosa noche con la luna iluminando la ciudad con un intenso brillo, además de las luces decorativas fuera de las casas, le ayudaba a calmarse temporalmente. Claro que también hubo sus inconvenientes al ver pasar parejas muy cariñosas a su lado, solo le hacían pensar si tomo la decisión correcta al haber rechazado a Laura.
Luego de una hora de caminar finalmente había llegado hasta la puerta de su casa, observo las ventanas y miro las luces encendidas, se preguntó si se había olvidado de apagar la luz, al tocar la manija de la puerta y tirar de ella supo que alguien estaba dentro de la casa, estaba completamente seguro de haber cerrado con llave, entro lentamente asegurándose de no hacer ruido, escucho a alguien en la cocina, el sonido del aceite era reconocible, asomó la cabeza por un pilar y observo a su padre con un delantal mientras silbaba una canción.
Raúl volteo justo para ver a Damián parado al lado del muro.Raúl: Si que te tomaste tu tiempo, eh?—Exclamo con una sonrisa bastante grande.
Damián: Si…bueno, salí con una amiga a comprar unos regalos— Respondió con voz apenas audible.
Raúl: Ya veo, así que finalmente estás en esa edad, y dime…era una chica linda? Ya quisiera conocer a mi futura nuera— Bromeo con una carcajada al final.
Damián desvió la mirada ante esto y decidió evadir la pregunta.
Damián: De todos modos, que haces aquí? No deberías de estar trabajando en tu negocio?
Raúl: Quien trabajaría en plena navidad? Además es la primera vez que festejaremos sin tu madre— Dijo con algo de nostalgia en su voz.
Damián: Supongo que tienes razón, que estás haciendo ahí?
Raúl: Aunque no lo parezca son piezas de pollo cubiertas de pan molido, las estaba friendo, aunque es algo más complicado de lo que parece, el pan no parece querer quedarse en la carne— Exclamó con algo de frustración en su voz.
Damián: Eso es porque lo estás haciendo mal, mira esto se hace así— Hablo mientras arremangaba la sudadera para no mancharse.
Ambos hombres prepararon la cena, lograron terminar todo hasta la media noche, habían hecho todo un festín, algo un tango exagerado considerando que solo eran dos personas en el lugar, seguramente tendrían comida por el resto del año.
Raúl: Damián, hay algo que quería preguntarte— comenzó la charla un tanto vacilante en sus palabras.
Damián: De que se trata?— Respondió con confusión.
Raúl: Supongo que recuerdas los viajes que teníamos antes con la familia, justo después de iniciar año nuevo.
Damián: Oh si, recuerdo todo eso, solíamos ir con la tía Belén, Alexis, los abuelos y algunas primas.
Raúl: Veo que aún lo recuerdas bien, hace tres años que no vamos con ellos y me preguntaba si estabas dispuesto a ir este año, no es algo obligatorio, pero todos ellos esperan cada año que vayamos.
Damián pensó su respuesta durante unos varios segundos, tendría algo de tiempo libre que lo ayudaría bastante, además de eso tenía mucho tiempo sin ver a Mariana, una de sus primas favoritas junto a Eduardo, su hermano pequeño.
Damián: Creo que está bien, será bueno ver de nuevo a Mariana y Eduardo.
Raúl río ante esto y pensó que sería un buen momento para jugarle una pequeña broma a su hijo.
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Mi Última Luz
RomantikMi Última Luz nos relata la historia de Damián, un chico de 16 años quien recién ingresa a la escuela preparatoria luego de un accidente que le provocó un aislamiento social. Dos años pasaron desde aquel accidente y Damián por fin decide ingresar n...