Ayúdenme a vengarme.

Una dura decisión.

Los personajes no me pertenecen.
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-No permitiré que causes una vergüenza a la familia. Haz faltado a tus votos matrimoniales, le has fallado  a una mujer que te ama, que a estado contigo en todo momento. Estoy decepcionado de ti Itachi. No dejaré que arruine tu vida por una mujercita, mañana te irás con tu familia, te encargaras de la franquicia de Italia, no pienso discutirlo ya puedes retirarte.

-Padre lo siento, pero no pienso irme.

-Si no lo haces temo que dejaras de ser mi hijo, ¿acaso quieres eso?

-Quiero que me de dos días más y prometo irme. * Itachi se encontraba afectado pero no lo demostraba*

-Haz lo que tengas que hacer, pero te quiero lejos de esa mujer, si no mandaré averiguar quien es y acabaré con ella. *El mayor estaba molesto del actuar de su hijo, nunca pensó que Itachi hiciera algo así a su familia, lo pudo esperar de Sasuke, que sorpresa se llevó cuando su esposa Mikoto le contó lo que había pasado esa tarde*.
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UNA SEMANA ANTES.

-Saben que es muy peligroso lo que me piden, esa familia puede destruir mi carrera con tan sólo una llamada.

-Sai te necesito, Hinata y yo te necesitamos. *Ino hacía pucheros tristes, tratando de convencer a Sai*.

- Nadie sabrá que nosotros lo hicimos.*Hinata de igual manera trataba que el azabache aceptara*.

- de acuerdo, pero no quiero problemas,  yo tomaré las fotos, pero ustedes se encargan de lo demás.*las chicas gritaban por su triunfo y abrazaban a Sai. Quien no entendía porque la ojiazul y la ojiluna le pedían aquello, acaso querían acabar con el matrimonio de ese hombre para que este adquiriera algún compromiso con Hinata. ¿¡Tan desesperada esta!?*
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Itachi se encontraba en su oficina entre documentos, bien sabia que tenía trabajo que terminar, pero de su cabeza no salía una ojiperla,  que tan complicado era sacarla de su mente, de su corazón, necesitaba pasar tiempo con ella, ya no soportaba tratarla mal , era un hecho que no la iba olvidar, así tratara y tratara, así repitiera en su cabeza que Hinata solo era un juego, el sabia que no era así, el sentía algo muy fuerte por ella. *Itachi recogió rápidamente los papeles y se encaminó ya era hora de su salida, hoy no llegaría a casa, tomo su tlf y aviso a Izumi que se iba ausentar por unos días*.
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-Me alegra que te tomaras un tiempo para mi, de verdad te extrañé demasiado.*Hinata se encontraba totalmente desnuda frente a Itachi, el ojinegro se despojo de su saco y aflojó su corbata*.

-Hime e tenido mucho trabajo, lo lamento .*Itachi tenia una semana sin ver a su pequeña ojiluna, la última vez que habló con ella no la había tratado adecuadamente, no imagino ser recibido de esa manera, agradecia internamente por aquella imagen frente a él. La ojiluna camino sensualmente en dirección a Itachi, con delicadeza comenzó a quitar su corbata, para así desbotonar aquella camisa, observo el pecho desnudo de aquel hombre, sus manos acariciaron aquel abdomen marcado*.

-Itachi yo te amo, pensé que ya no queri... *Hinata se encontraba sonrojada, sus sentimientos eran reales lo sabia pero también sabía que el sentimiento no era mutuo*.

-No hables más por favor*Itachi no sabía cómo reaccionar a la declaración, sus mejillas tomaron un tinte rosa. Tomo a la ojiluna de la cintura atrayendo su cuerpo más a el suyo , quería sentir sus grandes pechos. La comenzó a besar despacio, sus manos apretaban los glúteos de aquella mujer, la empujo a la cama, se posó encima de ella y continuó con el beso.

- Itachi.* El ojinegro bajo por el cuello de la ojiluna depositando besos llegando asi a esos enormes montes los cuales comenzó a lamer y chupar. La observo atento mientras se despojaba de su pantalón, esa chica era una diosa y le pertenecía, siempre sería suya.