✎Capítulo 3: Miradas delatoras

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En el auto, Namjoon me miró coqueto. Había entendido todo.

Yo lo fulminé con la mirada antes de que alguien más lo notara.

Creo que el viaje en el auto será más largo que el del avión, pensé y suspiré levemente antes de mirar por la ventana.

Cada cual andaba en algo diferente.

Mi hermano y yo escuchábamos música independientemente, con audífonos. Yoongi dormía sereno recostado al hombro de Jimin y este otro parecía estar en las redes sociales, pues llamaba la atención de Hobi para que viera el teléfono con frecuencia.
Young Woon, a mi izquierda, permanecía serio y pendiente del volante. No parecía alguien frío, pero sí extremadamente formal.

En el medio del vehículo se encontraban los tres restantes.
A juzgar por los movimientos de Kookie, estaba jugando algún juego. Jin por su parte observaba por la ventanilla y allí, justo entre ellos dos, estaba el chico que conmocionó mi mundo hace un rato.

Él también oía música. Daba golpecitos en su pierna con los dedos al compás de la canción, ladeaba un poco la cabeza y murmuraba la letra. Estaba inmerso en su mundo. Y yo de alguna forma estaba inmersa en el mío con él.

Mi teléfono reproducía "Thinking Out Loud" de Ed Sheeran y creo que lo miré descuidadamente por cinco segundos completos.

Para cuando reaccioné, (porque paramos en una luz roja y habían autos pitando) observé a los demás por si alguien lo había notado.

Cada cual sigue en lo suyo, bien.

Todos distraídos y yo aparentemente salvada, hasta que...me topé con unos felinos ojos que me acechaban desde el fondo y me sorprendí.

Cuando mantuve el contacto visual recibí una pícara sonrisilla de su dueño.

Rápido volteé y fijé la vista en el horizonte algo sonrojada por los sucesos.

Min Yoongi me había atrapado.

Min Yoongi me había atrapado

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Narra: Namjoon

Paramos en la pizzería que nos gusta frecuentar, pues supuse que a Eun Hee le gustaría. Young Woon dijo que volvería después y salió a cumplir un encargo de papá.

Nos dirigimos hacia la entrada. Eun Hee se enganchó a mi brazo como hacía de pequeña y yo no pude hacer más que darle una sonrisa aprobatoria. Ahora solo debíamos cruzar la calle para llegar.

Cuando la señal del semáforo estuvo a favor...justamente ella salía de allí.

justamente ella salía de allí

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Narra: Eun Hee

Me gusta aferrarme al brazo de mi hermano, en cierto punto me da seguridad.
Era un hábito que me hacía feliz traer de vuelta.

Andábamos cruzando cuando a mitad de la calle mi hermano se detuvo en seco. Tuve que arrastrarlo para que no se quedara ahí como tonto. Su rostro se había iluminado y sonreía ajeno a su entorno.

—¡Vamos Namie!—le dije mientras jalaba su brazo.

—Sí...—soltó en un suspiro murmurando un nombre en su trance—Ji...Hyo.

Cuando logré que llegara a la acera busqué lo que veía con tal felicidad.
Mis ojos encontraron a una castaña que salía del local acompañada de una rubia. Ambas sonreían, pero cuando la primera chica nos vió, su expresión se tornó seria y en parte asombrada.

Creo que esa peli chocolate es la tal Jihyo.

Continuará...

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