Capítulo 40: La fiesta apenas comienza

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(Justo después de entrar para dormir)

Narra: Chaeyoung

Sana, Eun Hee y yo estábamos en la cabaña alistándonos.
Yo de hecho estaba lista para dormir, eran las chicas quienes aún no acababan

-¿Es efectivo?- preguntó

-Claro que sí, mi madre las usa- contestó con seguridad

Fue inevitable escuchar la conversación de mis otras compañeras de cuarto, Irene y Seulgi. Mi cama queda junto a la de ellas, solo tenía que darme la vuelta y las vería...

-¡Hola chicas!- me observaron- ¿Todo bien?

Ahora mismo sus miradas, me hacían arrepentirme de haber hablado

-Claro que sí- dijo por fin Seulgi y me rodeó con su brazo los hombros- esta noche va a ser divertida

-¿Ah sí?- solté confundida- Yo pensé que era hora de dormir...

Irene soltó una carcajada
-¿Cómo puedes dormir tan temprano?- dijo burlona
-La hora de la diversión se está acercando- agregó con un guiño para su amiga

-¿Y ese vial de que es?
Señalé al frasco que Irene tenía en las manos

-Son gotas para dormir- contestó la misma

-¿Tienes problemas para conciliar el sueño?- cuestioné

-No tontita- rió Seulgi- Con dos gotas de esto...puff- hizo un ademán con sus manos- te vas al país de los sueños

Yo seguía sin entender mucho, así que las dejé para que siguieran con sus temas y yo fui con las demás.

-¿Ya se prepararon?- les pregunté a ambas y asintieron

Eun Hee y Sana compartían litera y ahora estaban en sus respectivas camas

-Hoy fue un día emocionante- comentó la japonesa desde arriba, estirándose

-Tienes razón- asentí y desvié mi atención hacia la puerta

-¡Profesora Hyon Hyun!- la recibió Seulgi- ¿Ya se va a acostar?

-Sí, ahora sus compañeros van a dormir también- contestó dirigiéndose a su cama

-¡Pero espere!- la detuvo- Seguro que se siente estresada, tal vez tenga músculos contraídos...

-¿Por qué lo crees?- cuestionó la mentora

-Este viaje ha sido una responsabilidad tan grande y usted la ha asumido tan bien, que quisiéramos agradecerle...

Irene le pasó un termo a Seulgi
-Este té verde es saludable y la ayudará, mi madre lo mandó para usted

-¿De verdad?- dijo la profesora tomando el recipiente

-¡Claro!- afirmó ella sin dudar

-Entonces solo tomaré una taza- cedió y Seulgi asintió

-Entonces solo tomaré una taza- cedió y Seulgi asintió

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