Disorder (PeterxTony)

Competición

El viaje a Washington le permitió alejarse un par de días de la escuela, lo que fue suficiente para entusiasmar a Peter, aunque la competencia era dura. El equipo se iría el jueves por la mañana, para que pudieran estar en D.C. el tiempo suficiente para instalarse en el hotel, pasear un poco y practicar antes del evento principal el viernes. El Sr. Harrington incluso había convencido al director Morita de que aprobara el viaje por un día más, para que pudieran ir al centro comercial el sábado por la tarde y la escuela pagaría una cena de celebración —ya sea que ganaran o no, era importante reconocer lo mucho que el equipo había trabajado a lo largo de los años, especialmente dado que se graduaban.

Para Peter, el principal inconveniente del viaje era que le quitaba su tiempo con Tony, y en Iron Fitness en general, pero tenía demasiadas cosas como para intentar incluir una sesión de entrenamiento un día antes. Su dieta era lo más importante cuando se trataba de perder grasa, por lo que mientras se mantuviera en su déficit de calorías, aún estaría bien, pero echaba de menos la atmósfera y la energía del gimnasio. Ir allí y ver a las mismas personas, empleados y compañeros, era reconfortante, y hacer ejercicio lo hacía sentir productivo en lugar de apático y conformista en su insatisfacción.

El otro inconveniente era que perdía su turno en el trabajo. No solo porque necesitaba el dinero, sino porque solo tendría unos pocos turnos más los sábados antes de que terminara su trabajo en Delmar's para siempre. Sería el final de una capítulo, terminar la escuela secundaria y dejar su trabajo, todo en la misma semana.

El viaje trajo como consecuencia una variación en la rutina de Peter que lo hizo sentir incómodo. Diez horas en total en el autobús significaban visitas a paraderos como descanso y oportunidades para comer comida rápida. Dos noches en el hotel con sus amigos significaban oportunidades ilimitadas de refrigerios, ya que operaba una tienda de regalos las 24 horas y una tienda de viveres en el vestíbulo. Y Peter aún no sabía dónde se celebraría la cena del equipo. Estaba anticipando la tentación que, en lugar de hacerlo sentir emocionado, solo lo volvía obsesivo.

Viendo el lado positivo, el hotel en el que se alojaban tenía un gimnasio y esperaba poder hacer un poco de ejercicio, con suerte sin llamar la atención de sus compañeros de clase. MJ y Ned no comentarían nada, pero podía imaginar que alguien los demás si —muy probablemente Flash. Incluso si no fue con mala intención, Peter había recibido el comentario en la clase de gimnasia, el profesor lo felicitó por mejorar sus abdominales y aumentar su velocidad, y aunque estaba contento de estar más en forma, él no apreciaba tener la atención de todos sus compañeros en él mientras observaban su figura. Odiaba cuando la gente se metía en cosas que no les incumben.

Se estaba volviendo más fácil negarse a los bocadillos y los excesos, ya que llevaba más de dos meses en su decisión de intentar bajar de peso y retomar el control de su vida. Peter pesaba 101 y cuanto más se alejaba de su peso inicial de 109 tenía más razones para no arruinarlo porque lo que estaba haciendo estaba funcionando. Los resultados eran la mejor motivación, aunque el peso comenzaba a disminuir más lentamente.

A veces era tentador reducir su consumo de calorías aún más para acelerar el proceso; ¿Por qué conformarse con perder una libra o menos a la semana cuando podría perder más? Sin embargo, morir de hambre no era la respuesta. Era sólo otra forma de autolesionarse, y el objetivo era perder peso y no recuperarlo. Si se hubiera limitado demasiado al comer durante unos meses solo para alcanzar el peso deseado, ¿qué habría aprendido excepto tener hambre? No era sostenible a largo plazo. Su decisión de hacerlo lento y constante significaba que sería capaz de mantener su peso meta para toda la vida.

Tony le había inculcado que cuanto más lento era el progreso, más fácil era mantener los resultados porque cuanto más tiempo pasaba haciendo algo, más fuerte era el hábito que construía. Cosas como contar calorías, encontrar alternativas saludables, hacer ejercicio y reformular sus pensamientos negativos se estaban volviendo más fáciles de lo que Tony había prometido, pero no hubo ningún milagro o cambio de la noche a la mañana. Casi tres meses de trabajo no eran mucho cuando veías lo que quedaba por delante y ​​tenía que seguir recordándose eso. Le había tomado años subir de peso, por lo que no sería realista esperar que pudiera eliminarlo en unos meses.