Disorder (PeterxTony)

Re-evaluación

Lo de no coquetear con Peter fue un poco difícil para Tony.

Había dejado a Rhodey con una nueva perspectiva y las mejores intenciones; sería amigable con Peter, fin de la historia. Sin coquetear con él, sin una segunda motivación o sin darle una idea equivocada al compartir de más y sin obsequios —aunque Tony modificó esa regla en su cabeza a obsequios irrazonables. Ese tipo de límites eran difíciles de seguir para él, ya que ser coqueto y generoso eran sus principales características. Coqueteaba porque era divertido y por la forma en la que la gente respondía revelaba mucho sobre sus personalidades y lo que querían de él. Era generoso porque, por qué no, él tenía el dinero, y la mayor parte del tiempo mantenía a la gente fuera de su camino. Y normalmente, dejar algo de su personalidad como un misterio o no fomentar un vínculo no habría sido un problema para Tony porque no le gustaba compartir nada sobre sí mismo a menos que supiera que podía confiar en esa persona. Sin embargo, cuando se trataba de Peter, él quería decirle todo y ser más abierto porque confiaba en él. Tony quería coquetear con Peter porque le gustaba. Quería consentirlo con regalos porque se lo merecía. Se sentía mal al limitarse. Se sentía como una mentira.

Ni siquiera había podido seguir sus reglas durante un día completo antes de enviarle un mensaje a Peter para ir a nadar.

En sí, ir a nadar no era una mala idea, pero en menos de tres frases, había llevado una idea razonable al siguiente nivel cuando sugirió que él y Peter fueran solos al gimnasio, después de que cerraran. Para ser justo, la parte de ir solos era por el bien de Peter porque no había manera de que se sintiera cómodo nadando frente a los demás. Él habría dicho que no, o habría aceptado pero no lo habría pasado bien. Tony se preguntó si tal vez debió dejar que Peter dijera que no, pero ¿qué habrían hecho en su lugar?. Si cancelaba el viernes y no reprogramaba de inmediato parecería un completo imbécil, y Peter lo habría tomado como algo personal. Entonces, ¿qué se suponía que Tony debía hacer?

Su mente se llenó de pensamientos sobre moralidad y legalidad durante todo el viaje de regreso a Manhattan, y durante todo el día y tarde antes de su cita nocturna con Peter. ¿Qué era lo correcto según la ley y qué era lo correcto según la decencia humana? Además de eso, consideró la idea de ser útil frente a ser dañino —tenía la mala costumbre de arruinar las cosas inadvertidamente al tratar de hacer lo correcto y quería evitar cometer ese error con Peter tanto como fuera posible.

A pesar de sus mejores esfuerzos —esfuerzos mediocres, si era honesto— no podía evitar sonrojar al pobre niño. Era difícil contenerse con Peter porque era muy adorable. Además, era tan tímido que apenas reconocía el coqueteo; parecía creerse una figura desechable en la vida de Tony, incluso después de que Tony le demostrara una y otra vez cuánto le importaba. Tony tenía la sensación de que si atenuaba su comportamiento con Peter a neutral, o incluso agradable, el chico probablemente pensaría que lo odiaba.

Una cosa era decirle cariño a Rhodey y burlarse de Pepper con que era su segundo marido, ya que no tenía otra intención que la de ser gracioso y tal vez provocar una sonrisa. Cuando Tony le hacía cumplidos a Peter, tenía otros motivos. No quería detenerse porque Peter merecía escuchar cosas buenas sobre sí mismo, fueran coquetos o no.

Tony quería que Peter tuviera la libertad de tomar sus propias decisiones —ya sea que la decisión fuera hacer el primer movimiento o no hacer nada—pero también quería ser el fuera quien demostrara primero cuánto le importaba. Por desgracia, se negaba a hacerlo primero debido a su diferencia de edad.

Todo lo que Tony tenía en su vida había sido porque lo había perseguido; cuando quería algo, hacía todo lo que estaba en su poder para conseguirlo, pero ¿cómo se suponía que debía manejar ese rasgo suyo cuando se trataba de personas y en especial de Peter? Quería a Peter más que nada, y todo en él le decía que lo asegurara, que dijera las palabras necesarias para conseguir el afecto de Peter. Pero, Peter tenía su propia vida, sus propios problemas y objetivos; no necesitaba que un viejo solitario lo detuviera, por mucho que Tony quisiera ser egoísta, no podía hacerle eso a Peter. No podía tratarlo como una conquista u otra propiedad que adquirir.