Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa ¿Cómo han estado? Espero que bien Aquí les dejo la siguiente parte de esta historia... Disfruten
Narra Joaquín
Me escape prácticamente de mi casa para venir a ver a este idiota y ¿Qué pasó? Me dejó plantado. Ok, esperare unos minutos más, si no viene me marcho.
(.)
No, ya es mucho tiempo, no vendrá, y para acabarla es tan cobarde que ni un mensaje me manda para decirme que no vendrá. Y yo también parezco idiota hablando solo. Ay no, ya me voy. Este tipo lo único que hace es hacerme perder el tiempo, creí que si lo conocía mis problemas terminarían y que estar con él me daría las fuerzas que necesito para enfrentar a mi padre o algo pero no, resulto más cobarde de lo que creí. Y para acabarla, no quiero llegar a mi casa, ya deben saber que me escape, aunque, si llego antes que los invitados, chance y no me digan nada. A correr se ha dicho.
Narra Emilio
El camino a la casa de mi Prometido fue bastante laaaaaaaaaaaaaaaaaaaargo, o corto, ya ni se. Bueno si, se me hizo largo por la charla que tuve con mi padre cuando mi madre bajo del auto a comprar un presente, y corto, pues porque, sinceramente, esperaba no llegar nunca a mi desgracia. ¿Realmente, pueden hacer esto los padres? ¿Casarte a la fuerza?
Narra Joaquín
Llegue a mi casa, mi cuerpo estaba todo sudado por la gran carrera que me eché, y es que, el parque, no está, precisamente a la vuelta de la esquina. Por lo menos son unas 10-15 cuadras. Antes de abrir la puerta, rece porque mis padres no estuvieran a la vista, pero
Uberto: ¿Dónde demonios estabas? –el corazón casi se me sale, por su grito -Tu prometido y sus padres están a punto de llegar y tu. ¿Quién sabe dónde? –mencionó sarcástico
Liz: Uberto basta. –mencionó susurrando -Un auto se estaciono. Creo que ya llegaron
Uberto: ¡Lárgate! Lárgate a cambiar, pero ya –quería gritar pero obviamente no podía –Y bajas rápido. No te demores
Joaco: Si papá –asentí, quería contestarle que no estaba dispuesto a casarme pero no tenía los. el valor suficiente, para enfrentarme a mi padre.
Liz: Yo lo acompaño
Uberto: No, yo voy con él. Necesito decirle un par de cosas que me dijo Juan. No podemos meter la pata, acuérdate lo que ensayamos Liz, -se giró a mí -Y tú, vamos –me jalo a mi cuarto
Narra Emilio
Bajamos del auto y fue, como si, mi padre hubiera gritado -Acción. Y yo, enseguida tome mi papel. A veces creo que así es mi vida. Si me preguntarán ¿Cómo definirías tu vida Emilio? Sin dudarlo respondería. Como una novela, una novela que obvio mi padre dirige y que aparte escribe a su antojo y beneficio, no saben que Mejor aún, una obra de teatro, en la que yo, soy su maldita marioneta.
Caminamos hacia la puerta, tomé el ramo de rosas que llevaba mi padre, y toque con una gran sonrisa, realmente, parezco un hombre nervioso-cuando en realidad estoy furioso, y enamorado-aunque sonaría mejor resignado.
Liz: Hooolaaaaa –menciono con una voz y una sonrisa encantadora. Ay ya, Emilio. Nadie lee tus pensamientos.
Emilio: Buenas noches –me apresure a hablar –Tomé, le trajimos este presente –señale a mi padre, y él se apresuró a entregarle nuestro presente. Era cosa de nada, (según mi padre) era una botella de champagne de muy buena calidad, y unas copas finas, ósea no tenemos dinero para pagar deudas pero si para casarme ¿No? También le compro chocolates a la señora y un reloj carísimo a él señor.
Liz: Gracias, no se hubieran molestado
Emilio: ¿Cómo qué no? Somos familia, es lo mínimo que se merecen –había mencionado lo buen actor que soy no solo detrás de cámaras, también en la vida real. Nada más me dicen haz esto, y sin problemas fluye, como si lo hubiera ensayado.
Niurka: Y pensar que en el coche, no mencionaste palabra alguna
Liz: ¿Mhh?
Emilio: Estaba nervioso –me adentre más a la casa y respire profundo -¿Y bien? ¿Dónde está mi chiquito bonito ammmm? –no debí alargar, y es que, no me sé ni su nombre
Liz: Joaquín se está alistando
Emilio: Ay mi Joaquín, el no necesita arreglarse, es perfecto, así como es. Es más ninguno de los que estamos presentes, puede igualar su belleza
Juan: OK, ya basta –me hablo al oído
Emilio: Parezco enamorado ¿O no? –camine más a la sala y me senté en el sofá
Liz: ¿Les ofrezco algo de beber? –se dirigió a la cocina cuando todos asentimos
Niurka: Te acompaño
En ese momento, bajo él, al lado de su padre, y bueno él no es tan buen actor, a menos que le dijeran, actúa como si lo odiaras, porque si fue así, lo estaba haciendo perfecto.
Emilio: Mi amor, que guapo luces el día de hoy –mi padre me miro así como de ya cállate, pero mi señor suegro río complacido, así que no dijo nada
Uberto: ¿Cómo se dice Joaquín?
Joaquín: Lo que se hace por dinero ¿No? ¿También te convencieron?
Uberto: Joaquín –regañó su padre
Niurka: ¿Qué? ¿Di dinero?
Juan: Yo –mencionó nervioso
Emilio: Ay Joaquín –me acerque a él y golpee levemente su brazo con una sonrisa en mi rostro –Te encanta hacer bromas amor
Joaco: Pe -lo calle con un beso, al separarme de él, todos, todos los que nos rodeaban estaban en shock, bueno, él más que nadie, pero al menos ya no hablo Y creo que no lo hara en toda la noche
Liz: ¿Cenamos? –cambio de tema
Emilio: Muero por probar su comida. Joaquín dice que es muy buena.
Liz: Yo no soy la qu. –fue interrumpida
Uberto: Apuesto que si. Por favor, pasen por aquí –nos llevó al comedor, y yo, me senté en medio de Joaquín y de mi padre.
La comida fue algo, silenciosa, incómoda, de hecho, solo hablábamos mi padre, su padre y yo. Y por otro lado entre nuestras madres. El único que no hablaba era él. De un momento a otro mi padre y su padre se hicieron señas y luego se inclinó a mí
Juan: Es hora –me susurro al oído y yo asentí. Estaba a punto de sacar el anillo cuando mi madre hablo
Niurka: Y ¿Cómo se conocieron? –ambos nos miramos de reojo, él era más que obvio que no iba a hablar así que dije
Emilio: Bueno, todo empezó cuando
Niurka: Tú no Emilio. Él –lo señalo
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Matrimonio Forzado 💍👑👫👰
Teen FictionJoaquín y Emilio se conocen a través de Internet, en un sitio visitado por personas homosexuales. Sin saber que muy pronto ambos chicos se verían forzados a un compromiso a cambio de dinero.