Jibaku Shonen Hanako-kun [ One Shots ]

Yugi Amane

—Oye~ Hanako, Hanako—debajo de un árbol de cerezo cierto chico de ojos marrones con un toque color miel estaba tratando de descansar.

Aunque a Name parecía no importarle.

—Me llamo Amane, no Hanako—refunfuñó apretando más los ojos, como si haciendo dicho gesto le ayudara a dormir más rápido.

—¿Eh? ¿Enserio?—la chica se hizo la desentendida, aunque ella sabía todo de el, su estatura; sus gustos; disgustos; familiares...lo básico que alguien que estaba enamorado debería saber.

 —Aunque te queda mejor el nombre Hanako—se hizo el silencio, pero la chica seguía sonriendo ante la falta de palabras por parte del chico.

Para entablar una conversación se necesita que las dos partes participen, al parecer esto no era problema para Name.

Luego de unos segundos Amane abrió sus ojos creyendo que la chica ya se había ido, pero no, aún seguía ahí.

Para no ser alguien maleducado le preguntó—¿Por qué lo crees? 

Arreglando su uniforme se agachó quedando al frente de Yugi—Es sencillo, cada ves que me topo contigo siempre estás durmiendo o descansando debajo de este árbol.

Un pétalo de cerezo cayó junto con otros más en su falda escolar, lo tomó con cuidado para no dañarlo y lo puso en la cabeza de Amane—Y el nombre Hanako significa criatura de las flores.

Amane sacudió la cabeza quitando de un solo golpe los pétalos de cerezo que se habían acumulado en su cabello—Aunque Amane también es un nombre bonito, su significado es sonido de los cielos, creo que también te queda.

Agachó la cabeza avergonzado, una chica desconocida que de vez en cuando habla con él le llamaba por su nombre y comenzó a hablar de manera íntima hoy con el.

—Creo que deberías irte, estas un poco pálida—tratando de salir de una situación incómoda, trató sutilmente de apartarla.

—Oh~ estás avergonzado ¿no?—estirando sus manos procedió a pinchar con sus uñas las mejillas sonrosadas del joven, ya cuando sintió que era suficiente por hoy dejo sus mejillas en paz.

—Aunque es verdad, últimamente me he sentido enferma—la palma de la mano se la pasó por la frente y cuello sintiendo un ligero calor en su piel.

—Entonces por qué viniste al colegio...

—Tenía que venir a ver a una persona importante para mi—no era una mentira del todo, no podía decirle que tenía que venir a la escuela para seguir recolectando información sobre él, la tacharía de loca.

Aunque puede que lo esté, solo un poco.

Se quedó otro par de minutos hablando, aunque un leve mareo interrumpió lo que decía.

Tuvo que irse para no preocupar a Amane, no podía permitirse caer enferma y no ir al colegio. 

Aunque su fiebre aumentó con creces al siguiente día, no pudo salir de casa durante un mes, un mes sin poder ver o hablar con Amane.

Le daría una sorpresa cuando volviera.

Se quedó esperando ese día a Amane debajo del árbol.

Aunque Amane Yugi no apareció ese día.

Ni el siguiente.

Ni el día siguiente.

Algo bastante raro, tal vez lo había contagiado. 

Iba de nuevo hacia el árbol de cerezo ese día cuando chocó accidentalmente con dos chicas.

—Oh, Name, perdón—aceptó la mano extendida y se levanto sin esfuerzo.