YoonGi ha estado enamorado de JiMin desde el jardín de infantes, su lindo vecino hizo latir su corazoncito en el momento en el que sus ojitos se hicieron una línea al sonreír.
YoonGi quiere decirle que le gusta pero tiene que pasar por bochornosos m...
El mismo sonido de su corazón al oír aquellas palabras saliendo de la boca del rubio de sus sueños.
"Ya estoy con alguien"
"Es TaeMin"
"Lo siento hyung"
Después solo oyó a su mejor amigo llegar y comenzar a abrazarlo, MinHo llevó a JiMin a su casa y el resto de quedó a consolar al pelinegro que dejaba caer sus lágrimas en silencio.
No gritó. Ni un quejido salió de su boca, las palabras de JiYong cobraron sentido y SungJae había llegado tarde.
Nam y Jin comenzaron a recoger todo.
¿Cómo iba a ser su amistad a partir de ahora?
Sabía que el rubio iba a tomar algo de distancia, todo su trabajo había servido para nada (excepto lo de SeulGi, esa chica estaba loca).
Al menos había juntado parejas; Mark y Jackson, Seolhyun y WonHo, Jin y Nam, su amigo y MinHo. Aunque lo último aún no estaba confirmado.
Recibió un abrazo de cada uno de sus amigos y luego lo acompañaron a casa. Chaerin preparó un postre con duraznos, esos que siempre le daba cuando estaba triste.
La cucharilla se hundió en el exquisito manjar y se lo llevó a la boca, solo un bocadillo bastaba para hacerlo feliz.
Pero en esta ocasión no sucedió, Chaerin observó los ojos de su pequeño y estos ya no tenían el mismo brillo de antes. Su pecho se oprimía al ver la expresión perdida del rostro de YoonGi.
No se movió del comedor hasta que llegó su padre.
—Cariño traje el pollo frito que te gusta, pedí uno extra porque sé que robarás las papitas fritas del mío— su madre corrió hacia él para explicarle lo que pasaba con su hijo.
Ambos se sentaron frente a él y comenzaron a hablar.
Un carraspeo por parte de JiHo empezó la conversación.
—Pequeño Min ¿Qué fué lo que pasó?
YoonGi levantó su mirada y comenzó a relatar todo, la expresión de sus padres al saber su orientación sexual fue de sorpresa, luego pasó a ser de ternura al enterarse del enamoramiento de su hijo por el vecino hijo de nada más y nada menos que los Park, algo de diversión pasó por sus rostros cuando escucharon todo lo que su niño hizo por obtener el amor del rubio y finalmente cambió radicalmente a una de tristeza al enterarse de su rechazo.
—Es todo, nos mudaremos— su madre se separó de la mesa con decisión.
—¿Pero de qué hablas cariño?— su marido estaba tan impactado como su hijo.
—Ese niño Park no sabe de lo que se pierde así que sacaremos el último as bajo la manga de los Min.
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La mudanza se llevó acabo, alquilaron su ahora antigua casa a una joven pareja que cuidaría muy bien del jardín y las fresas.
Ahora vivían a unas cuadras del complejo de apartamentos en donde vivía su amigo TaeHyung.
—Gracias mamá— dejó un pequeño besito en la mejilla de Chaerin y luego fue abrazar a su padre —gracias por apoyar las locuras de mamá, papá.
—Yo tampoco lo entendí al principio, pero tú madre tiene un buen punto— respondió JiHo abriendo la última caja de mudanza —asi que sucederá una de dos cosas: El chico terminará extrañándote y regresando a tus brazos, o lograrás superarlo gracias a la distancia y lo guardarás como un buen recuerdo— comenzó a acomodar las fotos familiares en las paredes de su nuevo hogar.
YoonGi asintió y fue a ponerse su uniforme escolar, aún seguía en la misma institución, no pensaba separarse de sus amigos.
Ahora era bueno que ambos nunca hayan estado en una misma aula.
Ambos amigos podían ir juntos al colegio, Tae se encargaba de mantener la sonrisa en el rostro de su amigo.
Cuando llegaron el rubio esperaba al pálido en la puerta principal, cuando reconoció su negra cabellera se acercó a hablarle. El de sonrisa cuadrada quiso impedirle el paso pero YoonGi le hizo una seña para que los dejara solos.
—Hyung...— los deditos de JiMin jugaban nerviosos —Aquél día yo no quise...
YoonGi lo interrumpió, quería ponerse a llorar por lo lindo que se veía el chico de sus sueños, el chico que nunca sería suyo—No importa JiMin, está bien— trató de esbozar una sonrisa pero no pudo hacerlo bien —Yo estoy bien y estaré bien.
—Si pero nunca fue mi intención causarte daño y mucho menos algún daño emocional. Yo... Tengo miedo de que dejes de ser mi amigo y...
YoonGi lo detuvo otra vez —¿De qué hablas JiMin? Nunca dejaremos de ser amigos, el hecho de que yo sienta algo por tí no evitará que te ayude cuando lo necesites o que te acompañe a tus prácticas y si quieres aún puedo hacerte pastelillos. Pero antes necesito un poco de límites, distancia, tiempo, área... No, área no, eso es de física.
El rubio soltó una risita, su hyung seguía siendo el mismo —Hyung, gracias por comprender— bajó la vista hacia sus zapatos, ya no sabía de qué más hablar.
—Creo que debo ir a clase y tú también.
—¡Ah! Hyung, se me olvidaba, ¿Llegaron familiares a tu casa? Es que vi a una pareja jugando con agua en tu jardín.
—Eso...— el pálido tomó una pausa —Mamá alquiló la casa, ahora vivimos en otra parte y ...
La campana sonó cortando las palabras de YoonGi.
—Tengo examen a primera hora JiMin, te veo luego— YoonGi entró a la institución perdiéndose por los pasillos.
Su hyung se había mudado y él ni se había dado cuenta. ¿Cuándo sacaron las cosas de su casa?
Quizás mientras él iba al aeropuerto para esperar a TaeMin.
¿Había hecho bien en rechazar a su hyung?
Es cierto que también sentía un poco de maripositas en su pancita por el pelinegro pero TaeMin...
Sería injusto para TaeMin porque él llegó primero.
¿Qué hubiera pasado si hubiese sido al revés?
—Hyung...
El hubiera no existe...
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Y fin.
Gracias por leer esta historia \°∆°/ Si llegaron hasta aquí quizás me lanzen un zapato :'v
