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No dejaba de moverse nervioso, de un lado a otro, evitando pisar las flores que a Jungkook tanto le gustaban, manoteando cuando las luciérnagas estaban yendo casi directamente contra su rostro.

Quiso llegar y adentrarse a la aldea de Jungkook, pero notó la presencia de guardias nuevos en la zona que era la de su chico, por lo que regresó al valle mientras llamaba a Jungkook como él lo hizo hace un tiempo.

No sabía si funcionaba, esperaba que sí, porque llevaba tiempo esperando que su novio llegara hasta él, poder abrazarlo y contarle la situación para llevar acabo un plan que les permitiera estar juntos.

Su mirada se desvió rápidamente al sentir una presencia y escuchar ramas quebrandose, las plantas eran empujadas y su chico estaba ahí, con algunas marcas en su rostro, una sonrisa triste y un brillo raro en sus ojos onix. Rápidamente, caminó hasta él tomando su rostro mientras lo analizaba.

─¿Qué pasó? ─preguntó rápidamente, acariciando las marcas, observando como estas comenzaban a cicatrizar mientras sus ojos brillaban en el intenso celeste y morado.

─Luché contra papá, él le estaba pegando a mi mamá y me interpuse ─liberó, más transparente que al principio, tenía demasiada confianza y facilidad con el rubio. Algo que pensó nunca sucedería ─. La cosa se salió de control y terminamos peor de lo que ya estábamos.

─¿Tu madre está bien?

El pelinegro movió la comisura de su labio hacia arriba, haciendo una mueca extraña que no pasó desapercibida por el rubio.

─Podría decirse que sí. Ella está dañada, pero no tanto físicamente... ─suspiró, llevando sus tristes ojos llenos de lágrimas hasta Jimin, quien tomó esa oportunidad para poder abrazarlo, uniendo sus labios en un suave beso que los llenó de energía a ambos ─. Jimin, hay algo qué... que tengo que decirte.

─De hecho yo también. Ve primero.

─En mi manada había un pacto, algo como un contrato. Cuando mi tío estaba, mi primo tenía que casarse con el hijo de la manada detrás de las montañas y como ellos no están, pues el trato se fue directo a mi ─mordió su labio ─. Hoy llevaron a mi supuesto prometido a casa y es, joder...

─Sucede lo mismo conmigo ─interrumpió su discurso, queriendo expresar rapiamentela situación ─. Llevaron a una chica, una alfa que me estuvo diciendo chiquito, bonito y otras cosas más. Dicen que tengo que irme lo más pronto posible a vivir con ella a su manada. Jungkook, tenemos que hacer algo o nos van a separar. Podemos reunir a nuestras manadas y decir que nos estamos cortejando, yo intenté decirle a mis mamás pero ellas no me escucharon porque estoy solo y...

─Jimin, debo aceptar el trato ─interrumpió el pelinegro, tajante.

─¿Qué? ─se separó el rubio, dando unos pasos hacia atrás.

─Mi madre me dijo que el trato lleva a tener armamento, corredores, viginalentes, hombres fuertes, una expansión que nos ayudará a mantenernos. Nuestra manada está siendo atacada constantemente y está en peligro mi gente.

─Jungkook, pero...

─Creo que es mejor que aceptemos el trato, es lo que debemos hacer.

El rubio negó, tomando su barbilla, pareciendo alterado cada vez más.

─No tenemos que hacer eso, Jungkookie. Podemos hablar con nuestros padres, expresarles que nos estamos cortejando y tal vez nos escuchen.

─¡No lo hacen! ─gritó ─, y no lo van a hacer ─comenzó a derramar largas lágrimas, su corazón estrujandose dentro de su pecho por observar el rostro destruido de su primer y único amor ─. No podemos estar juntos, me pidió mi madre cooperar, no quiero verla más destruida. Es beneficioso para la manada este matrimonio.

Be or Not | JikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora