VII. Perdónenlo

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T o  b y

Al día siguiente, no salí en ningún momento de mi habitación, estaba molesto con el que se hacía llamar mi padre. 

Me encontraba recostado en la cama, mirando el techo, intentando mantener mi mente en blanco.
Llamaron a mi puerta, giré mi cabeza al origen del sonido y mamá entró, llevaba consigo un plato con un sándwich sobre el.

Me incorporé y ella tomó asiento junto a mí.

—Gracias—murmuré sin ganas, tomé el sándwich y le di una mordida.
Mamá acarició mi espalda.

—¿Qué tal estás, hijo?—me encogí de hombros masticando lentamente el aperitivo que tenía.

—Supongo que bien—hablé restándole importancia. Mamá soltó un suspiro de cansancio y acarició mi cabello.

—Cuéntame como te fue con ______—mi cuerpo se tensó y recordé la golpiza que le di a Raff. Tragué el pedazo de emparedado.

—B-bien—posé el plato sobre mis piernas y mordí mis uñas, mamá golpeó con suavidad mi mano para que dejara de hacerlo.—Fuimos por un helado y caminamos por el parque. Todo estuvo bien.—Ella me miraba con una sonrisa.

—¿Y qué?—pasó su brazo por mis hombros—¿Te gusta?—abrí los ojos de par en par, sorprendido por su pregunta.

—¡Mamá!—reproché avergonzado y cubrí mi cara.

—Soy tu madre, tengo derecho a saberlo—habló con un toque de gracia.—¿Me dirás?—asentí resignado.

—No sé lo que siento—jugué con mis manos—ella me hace sentir extraño, quiero estar con ella más que con cualquier persona que haya conocido pero, al mismo tiempo cada que la veo se me revuelve el estómago hasta el punto de querer vomitar, y me sudan demasiado las manos, tengo tics más seguidos y me trabo al hablar—froté mis ojos— ¿Por qué me siento así?  ¿Será que me da asco y apenas lo estoy notando?—me dejé caer a la cama.

Mamá río.

—El asco es el sentimiento menos apropiado para explicar eso, ¿sabes lo que realmente es?— la miré y negué con la cabeza—Es amor, Toby, estás enamorado.

La miré unos segundos más y desvié mi vista al techo, sin decir nada más, mamá besó mi frente y salió de la habitación.

«»

Ya era la tarde del día siguiente, trataba de hacer tarea, pero no podía concentrarme, lo que había pasado la noche del sábado no dejaba de girar en mi cabeza, llevé a mi boca el lápiz que tenía en mi mano y mastiqué la punta ferozmente.
Los recuerdos no me dejaban en paz: Mi plática con _______, cuando me contó lo de su antigua ciudad, nuestra caminata, Raff golpeando mi helado, Raff golpeándome, Raff golpeando a _______.

Solté un suspiro y acaricié mi pelo, bajé mi mirada a la libreta e intenté concentrarme, pero los recuerdos siguieron: Yo golpeando a Raff una y otra vez, su cuerpo inconsciente tirado en el suelo y lo bien que me sentí al verlo así.
Después, recordé el beso. Mi estómago se revolvió y dejé caer mi cabeza al escritorio.

Cuando regresé a casa ese día, papá estaba más que ebrio, y me golpeó por haberlo ignorado, tenía moretones por todo mi torso y en los brazos, pero como siempre, nada dolía, no he salido de mi habitación desde ese día, solo de pensar que tengo que estar cerca de él me provoca náuseas. Realmente lo odio.

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