Sweet Dreams | J;jk #1

Capítulo XXV

«Aunque no lo creas un monstruo puede convertirse en tu única salvación». -Jung HoSeok.

Capítulo XXV

Jjk

Mis manos ardían de tanto estar intentando tirar de ellas para liberarme de las cadenas que las rodeaban, me encontraba atado de manos y pies a una especie de cama pero más dura e incómoda: parece una roca.

Escuchaba las risas y cuchilleos de hombres, aunque no lograba verlos por mi inútiles y escasos movimientos.

Pude sentir como me encontraba tranquilo apesar de todo lo que me esta pasando. Si quisieran matarme lo habrían hecho mientras estaba inconsciente pero aún me encuentro vivo y más metido en la realidad que nunca, era horrible. Las voces se escuchaban lejanas, por lo que solo oía murmullos y risas leves, se sentía extraño.

Hacía fuerza por intentar liberarme solo por una razón.

-¿Dónde está SooRim?.

Las voces cesaron y parecía que fueran propias de mi mente, ¿al fin me estaba volviendo loco? Parece que estaba en lo correcto, pero luego se escuchó la voz del maldito de NamJoon y me dije que estaba bien, aún me encuentro cuerdo. No obstante estoy considerando el manchar mis manos con su sangre si llegó a salir de esto. Confíe en él y al primer día me hizo una trampa.

Se sentó con una disimulada sonrisa en un costado de donde me encontraba atado, justo lo suficiente cercano como para poder mirarle sin forzarme mucho. -¿No tienes sed?.

-¿Dónde está? -insistí con brusquedad- quiero verla.

Solo negó con la cabeza negativo para luego levantarse y rodearme, parecía querer marearme pero no le miré, solo esperaba que terminará de dar la vuelta en un punto fijo. Un miserable mentiroso y traidor no merece la atención que busca.

-Sé que me odias.

Bufe molesto. -¿Odiarte?, no, olvidalo, no me interesa sentir nada por ti y odiarte sería sentir mucho, solo quiero saber donde se encuentra ella.

Se detuvo justo en un lugar donde no pude verle, seguramente tras de mí o se alejo, pero ya nada de lo que pensará podía ser cierto si siempre que confiaba terminaba en erróneo.

-¿Por qué tanto apego por ella?.

-Porque la amo, ¿qué acaso no te enteraste? -me burle de su poca información sobre nuestra relación, creí que al ser cómplice tenía acceso a cada información de las víctimas, pero al parecer no creo que me consideren una- me siento completo con ella y puede sonar muy enfermizo considerando que pasé años pensando que era mi hermana, pero resultó.que no lo es. Anotalo, te estoy dando información que tus amigos no te dieron. ¿Realmente tienes un lugar especial en este grupo? ¿Qué eres? ¿El bufón?.

Incapaz de oír más allá de la verdad golpeó con fuerza la piedra a los costados de mi cabeza y me observó sonriente sin una pizca de enojó, pero sabía que lo estaba irritando. Suelo sacar de quicio a las personas.

Enarque una ceja copiando su sonrisa. -Oh, vamos hombre, ¿crees que eres parte fundamental de este plan tan absurdo cuando ni siquiera sabías que la amo? ¿Acado sabes por qué estoy aquí? ¿Siquiera sabes que haces tú aquí?.