🌹|Amortómetro|🌹 [ Broppy ]

🌹Hacer reír🌹

—Poppy, en serio, esto saldrá muy mal.—El azulado habló nervioso.

—¡Haremos pastelillos! Todo saldrá bien.—Ella se mostró positiva como siempre mientras jalaba del brazo, corriendo hasta su vaina.

—¡Cuando dices eso algo siempre sale mal!—Se dejaba jalar por ella, completamente seguro de que algo iba a a ocurrir. Iba a ser su primera vez cocinando pastelillos y, auqnue ya haya visto millones de recetas antes de ir con ella por si acaso, estaba completamente nervioso.

Finalmente llegaron a la vaina y ambos se dirigieron a la cocina. Ella saco los ingredientes: azúcar, harina, agua, entre otras cosas.

Él solo la veía ir de un lado a otro buscando los elementos de cocina que necesitarían. Se habría ofrecido para ayudar, claro si no estuviese han nervioso. ¿Y si hacía un desastre frente a la rosada? O peor... ¿¡Y si quemaba la vaina!?

La reina del pop sonrió emocionada al poner todas las cosas en la mesada. Volteó a verlo e hizo que se acercara.

—¡Será muy divertido!—La troll tomó los ingredientes y comenzó a colocarlos en un bol para poder mezclarlos.

—Si tu lo dices.—Susurró el contrario, dudando.

Le dió la cuchara al azulado con el bol, para que el los mezclara. Le sonrió levemente mientras él tomaba ambas cosas con algo de miedo aún.
Comenzo a batir y a mezclar los.ingrecientes puestos, notó que lo estaba haciendo bien y sonrió un poco más animado.

—¡Lo estás haciendo excelente!—Él sonrió alegre, de verdad lo estaba haciendo bien y de verdad lo alegraba. Siguió con su trabajo tranquilo y alegre. Ella solamente lo veía entre risitas. Se alejó un poco y se dirigió hasta el refrigerador para tomar la crema batida. Esta venía en una lata, la había comprado en la villa.

Los minutos pasaron y al parecer la masa, que en esos momentos era líquida aún, ya estaba lista. Poppy lo ayudó a colocarla en los moldes de pastelitos que ella tenía. Al finalizar,
colocaron todos en el horno por media hora. Ahora solo debían esperar un rato.

—¿Tan malo fue?—La troll rosada alzó una ceja con una sonrisita bastante juguetona.

—No cantes victoria, esto aún no termina.—Miró a su mejor amiga entre leves risitas.

—Por favor, con Poppy la maestra pastelera no podría salir nada mal.—La de corona soltó una risa.

—¿Acaso olvidaste cuando casi quemas la casa por hacer pastelillos?—El azulado alzó una ceja con una sonrisa.

—Supéralo, tenía tan solo siete años.—Ella replicó y soltó una carcajada.

Y así, los minutos pasaron. Sonó el pequeño timbre que tenía el horno para avisar cuando algo estaba listo. La troll se colocó sus guantes de cocina, impidiendo quemaduras en sus
manos rosadas, y sacó la bandeja con los moldes y la masa que ya había quedado perfecta. Colocó los pastelitos casi terminados y esperó a que se enfríen un poco. Miró de reojo al chico e
hizo que se acercara con la lata de crema batida. Nuevamente, el azulado sintió miedo de arruinar todo, pero ella le sonrió, dándole confianza en sí mismo y eso hizo que calmara sus
nervios un poco.

Se acercó con la crema en la mano y exprimió un poco la parte de la lata apuntando a un pastelillo, esperando que así saliera un poco de crema. Pero no salió nada. El ex troll gris volvió a intentar y ¡Nada! ¿Acaso estaba haciendo algo mal?

Acercó su rostro y su ojo a donde se supone que debería salir la crema. Poco se iba a imaginar que al golpear y apretar un poco lata...¡Saldría muchísima crema que posó rápida y directamente a su cara! El logró cerrar sus ojos a tiempo, aunque su rostro estaba hecho un desastre por aquel dulce.

—Diablos.—Maldijo en voz baja con un rostro bastante molesto. Dudó al sentir una carcajada sonora, provenía de su mejor amiga.

La reina del pop había tapado su rsotro con una mano mientras reía con sus ojos cerrados, se le había hecho tan gracioso ver al azulado de esa forma.

La mueca de molestia del chico desapareció lentamente al verla, pues le encantaba escuchar su voz riendo y más si era él quien le ocasionaba aquellas ruidosas y melodiosas carcajadas.

🌹