• Capítulo 1 •

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Habían pasado ya seis meses desde que habían tomado la decisión de vivir juntos. Por el tamaño del hogar, decidieron que la casa de los Walker era la ideal.

Vivían en completa harmonía, con la rutina de siempre. Frank trabajando en el banco de la ciudad, Susan en una empresa de moda,  Johnny asistiendo a clases en una de las preparatorias de la ciudad y Hannah en casa tomando clases con su institutriz.

Hannah estaba cansada de tener que pasar tanto tiempo en casa, su padre evadía el tema cada que ella preguntaba la razón por la cual no podía ser como las demás chicas, la razón por la cual tenía el internet restringido, la razón por la cual solo podía leer los libros que su padre le permitía, la razón por la cual la limitaba tanto a vivir.

Por suerte, en algunas ocasiones Johnny ayudaba a que ella comprendiera las cosas que quería saber y no le daban ganas preguntar a su padre o institutriz. Johnny podía enseñarle algunas cosas sobre arte, algunas sobre música, incluso a Hannah le sorprendía la cantidad de música distinta que existía alrededor del mundo.

Una de esas tardes en las que el padre de Hannah le permite salir a comprar alimentos, se encontraba en el pasillo de cereales buscando los que llevaría a casa, cuando de pronto escuchó una conversación que la dejó dudosa;

—"Tengo un problema"—Escuchaba la voz de un hombre desde el pasillo de medicamentos.

—"¿Qué clase de problema?"—Respondió otro hombre.

—"Hace tiempo que no tengo una erección cuando estoy con Mila"

Aquella palabra se quedó en la cabeza de Hannah, no tenía idea de que podría significar. A decir verdad estaba cansada de leer libros, y buscar un diccionario para saber el significado de la palabra le resultaba frustrante.

Esperó la llegada de Johnny para que pudiera proporcionarle información sobre la duda que tenía.

Al llegar a casa puso todas sus compras en orden. Esperaba a Johnny con ansias. Cabe mencionar que era un sábado por la tarde, donde el chico asistía a sus partidos de fútbol soccer.

Caminaba por el pasillo de su habitación esperando su llegada, entró a la habitación de Johnny buscando algún diccionario, ya cansada de esperar. Abrió el diccionario que encontró en su pequeño librero cuando el sonido de la puerta abriéndose la hizo sorprenderse.

—¿Qué haces aquí?—Preguntó Johnny sorprendido, cubierto de sudor por el partido—¿Está todo bien?

—Si... todo bien—Respondió hasta sentarse en su cama, y dejando el diccionario en la mesita de noche—Te estaba esperando porque tengo una duda.

—¿Otra de tus dudas?—Preguntó sonriendo, mientras tomaba una toalla de su armario.

—Así es—Respondió Hannah sonriendo—Otra duda. Estaba por rendirme y estaba por consultar el diccionario.

—Eres tan anticuada—Respondió Johnny—Es mucho más sencillo consultar en internet, toma, mi teléfono será de ayuda.—Dijo ofreciéndole su teléfono celular—Pero bueno... ¿qué es lo que quieres saber?

—Bueno, hoy fui a comprar algunos alimentos al supermercado y sin querer escuché una conversación de dos tipos.

Johnny seguía sacando y guardando cosas de su armario sin poner la vista en ella, tan solo escuchando lo que Hannah decía.

—¿Y que decía esa conversación? ¿Te ofendieron? ¿Te dijeron algo malo?—Preguntó Johnny.

—No, nada de eso. Tan solo dijeron una palabra que me resultó algo extraña.

Johnny, ¿resuelves mis dudas? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora