• Capítulo 4 •

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Ambos rodeados de dudas en su cabeza por la mañana siguiente, evitaban cierto contacto visual. Desayunaban en silencio junto a Frank y Susan.

—Parece que el ratón les ha comido la lengua—Habló Susan haciendo referencia a los chicos—¿Todo bien?

—Si, todo bien—Respondieron ambos al mismo tiempo.

—Lo pregunto porque desde hace algunos días no quieren comer juntos, ¿seguros que está todo bien?

—Si—Johnny tomó la palabra—Mamá, hoy por la noche iré a una fiesta en casa de Dave.

—Sabes que está casa le pertenece a Frank, por respeto procura no llegar muy tarde y sobretodo no llegar subido de copas.

—Si, Trevon vendrá en un rato y tal vez de ahí nos vamos a la fiesta, ¿está bien? Y claro, tomaré mis medidas.

(...)

Después de unas cuantas horas bajó Hannah al escuchar el sonido de la puerta principal, abrió y encontró a un chico de estatura media con cabello castaño y unos ojos verdes con un tono oscuro.

—Hola—Habló el chico.

—Hola—Respondió Hannah—¿Te puedo ayudar?

—Yo... estoy buscando a Johnny.

—Oh... claro, tú debes ser Trevon ¿cierto?

—Correcto—Sonrió.

—Pasa, está en su habitación.—Indicó Hannah.

Hannah guió al chico hasta la habitación de Johnny. Se despidió con una sonrisa y fue hasta su habitación.

—¿Ella es tu hermanastra?—Habló Trevon antes de saludar a Johnny.

Johnny asintió confundido.

—Deberías cuidarla—Siguió hablando Trevon.

Johnny inconscientemente frunció el ceño.

—Ni se te ocurra—Respondió Johnny—Obvio no eres su tipo.

—Con que tiene un tipo—Rió Trevon—Sabes lo mucho que puedo llegar a cambiar por alguien que me gusta.

—En este caso mantente alejado, ella tiene quien la cuide.

—Con que hermano sobre protector—Respondió Trevon tomando asiento en el pequeño sofá de la habitación.—Bueno, bueno. La dejó en paz. ¿La traerás a la fiesta?

—Claro que no. Es menor.

—¿Qué tan menor?

—Tiene dieciséis.

—Uy, solo dos años menor. Ya está lista para las fiestas, anda, déjame conocerla.

—Su caso es algo complicado. Y ya te dije que no, ella es diferente.

—Vamos, yo podría ser un gran cuñado, ¿hercuñado? ¿Entiendes? Porque es tu hermanastra entonces yo sería tu her-cuñado—Bromeó—¡Pero sonríe que no ha muerto nadie!

—No puedo reír de algo que no me parece gracioso.

—Está bien Johnny, pero nada me detendrá para conocerla y si se da conquistarla—Guiñó.

—Lo que digas campeón. Ven, vamos antes de que se haga tarde.

Los chicos bajaban por la escalera, salieron de casa directo al auto.

Johnny, ¿resuelves mis dudas? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora