CAPÍTULO 2

15 2 0
                                    

Me adentraba al oscuro callejón y cada vez eran más audibles los golpes, pero no se escuchaba ningún quejido del tipo al que estaban golpeando. probablemente lo habían dejado inconsciente ya. tenía el cabello un poco largo y azulado, usaba unas botas y pantalón pesqueros. no parecía cargar con él ningún tipo de mochila.

Dos de los chicos habían dejado su posición para comenzar a grabar la escena, lo cual me irritó muchísimo.

-Parece divertido lo que están haciendo-

Alcé la voz lo suficiente para que me prestaran atención. En un primer momento me miraron asustados pensando que tal vez sería alguna autoridad; pero tras ver que sólo era un estudiante se pusieron a la defensiva colocándose justo delante del chico abusado. Un tipo de metro setenta y ocho aproximadamente, con tez morena y el cabello corto teñido parecía ser el jefe. Todos tenían un asqueroso piercing en el labio inferior. si lo que querían era aparentar ser unos idiotas lo estaban logrando.
El líder me mandó una mirada intimidante a lo que respondí levantando la ceja izquierda. Se acerco hacía mí.

-Y tú que miras ¿ah? ¿También quieres algo de esto?-

Me amenazó mostrándome su puño.

-Mh para nada, les he dicho que parece divertido lo que hacen. ¿Me invitan a su fiesta?-

Le solté mi mochila acercándome al tipo del suelo, dispuesto a golpearlo. Mientras esos cuatro miraban y uno de ellos seguía grabando.

-Ah hermano! De verdad va a hacerlo-

-Veamos que tan bien lo hace-

Los cuatro chicos se quedaron curiosos esperando a ver que hacía. Mientras uno de ellos acomodaba la cámara, koharu se quedo mirando al tieso chico inconsciente seriamente, y luego levantó uno de sus puños. Tomando algo de vuelo se dirigía a la cara del chico pero luego la desvió rápidamente hacia el rostro del líder. Mientras este se cubría tras recibir tremendo golpe, Koharu lo tomó por los hombros plantando un rodillazo en su estómago y tirando un puñetazo más en el mismo. luego de tirarlo a un lado miró desafiante a los tres restantes que no vacilaron en lanzarse a la pelea.Koharu no podía perder su tiempo con unos niños como esos. sacó de su bolsillo un listón que progresivamente se convirtió en una espada incrustada a una pequeña bola de cristal azul. Aunque realmente no era muy sorprendente. Vivían en una Época en la que portar armas y objetos construidos con el fin de atacar era lo más nuevo, por lo que la tasa de crímenes subía sin freno alguno.

-¿Crees que con tus jueguitos vas a poder con nosotros?-

-No lo sé, pero deberías pensar muy bien lo que vas a hacer antes de venir aquí, piensa en tu pequeña hermanita-

El tipo se quedó petrificado, ¿Cómo sabía este chico sobre su hermana?

-Eres un maldito!-

****

Cuándo el pequeño chico que había sido atacado por el cuarteto estaba despertando, Koharu acababa de abatir a los otros. Recogió su mochila y ya salía del callejón sin mirar hacia atrás.

-E-espera!-

Al oír una de las voces que no reconocía me detuve y miré sobre mi hombro. El chico era mas pequeño de lo que pensé. se puso de pie rápidamente y tras sacudirse la empolvada chaqueta dio unos pequeños saltos hasta llegar a donde yo me encontraba.

-Tú me salvaste! Déjame devolverte el favor-

Tenía la cara llena de golpes y aún así sonríe de esa manera. Rebusqué en mi mochila unas benditas y se las di. Acto seguido seguí mi camino. Se veía sorprendido. sentí como tiraban de mi mochila y me detuve de nuevo.

-Por favor, muéstrame eso que tienes ahí-

El chico apuntaba hacía el listón que tenía koharu en la mano. Koharu no le quitaba la mirada de encima, no se movía.

-Vamos, también tienes un artefacto maestro-

-Exactamente a ¿Qué te refieres con "tú también"?-

El chico saco de su bolsillo un sombrero aplastado que con una sacudida se convirtió en uno más grande.

-¿De dónde sacaste el tuyo? ¿Vienes de la familia Hanako? parece uno de los artefactos que ellos utilizan, puede ser que sea de los timbres perdidos. ¿puedo-

El chico estaba a punto de tomar el lazo cuando Koharu le puso una mano en la cara alejándolo.

-Nada de eso-

Koharu siguió caminando hacia la biblioteca, necesitaba un respiro y cuando por fin se estaba relajando escucho que corrían detrás de él. Así que solo se detuvo en seco.

-¿Qué quieres?-

-Tal vez tú podrías la respuesta a mis problemas, haz equipo conmigo!- gritaba entusiasmado.

-Te salvo de unos patanes y ahora quieres hacer un equipo conmigo, ha Creo que te volviste loco-

-No lo entiendes, estos años los amuletos que se han perdido han sido la causa de la gran caída! Deberías ver las tasas de crímenes y ciudades que tuvieron que evacuar por completo-

-No me interesa-

-Hay una manera de incrementar tu poder! si el objeto que tienes entre tus manos es el que creo que es, podrías acabar con todas esas criaturas que han surgido de los desperdicios tóxicos y experimentos que acabaron con ciudades enteras. Además, el gobierno esta dando una buena paga a tipos que tienen estas cosas-

-si es que tu también eres uno de ellos ¿Por qué no te defendiste tú de esos tipos?-

-aahh.. bueno, eso es por que-

-KYYAAAAAA!!!-

Escuchamos los gritos de una mujer en el centro y nos miramos con angustia. Corrimos hacia el lugar para ver que era lo que pasaba. Cuando llegamos vimos a un hombre cerdo de casi dos metros con un gancho en su mano izquierda y anillos en sus grandes orejas; un delantal sobre sus pequeños pantalones de cuero y un casco también de cuero; tenía entre sus brazos a una mujer joven como rehén. mientras que al otro lado de la cera un tipo que parecía ser un humano normal con bata y lentes sostenía sobre su mano izquierda una especie de vara, que mantenía unas tuercas flotando a su alrededor produciendo energía. Robaba a una pequeña joyería. Había cristales rotos por doquier y la gente corría conmocionada.

Mientras Koharu miraba la escena con la boca tan abierta que se le podrían meter algunas moscas, el chico que lo acompañaba se le veía realmente molesto.

-Tch-

Con las manos empuñadas y las piernas preparadas echó a correr luego de varias maldiciones al aire.

-Oye! pero que haces- Koharu le gritó al ver al pequeño adentrarse al desastre.

De verdad que se ha vuelto completamente loco.

Me puse a correr justo detrás de él y tomé mi distancia cuando vi que iba directamente al cerdo gigante; ese chico seguro quería morir.

                                                                                            °°°°°°°°°°°°°°°°°°

TUMBAS DE NEONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora