Boda Para Cuatro

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Seiya

Toda la mañana estuve mandándole mensajes a Serena y no ha contestado ni siquiera insultando me.

Es raro.

Llamo por segunda vez a su piso pero nada.

Ya se quien puede darme alguna respuesta.

Marco y espero paciente.

-¡GATO!!!

Chilla en mi oído.

Seiya- Hola Mina... ¿Sabes algo de Serena?

Siento ruido como que se le callo el móvil.

Mina- ¡Uhh!! Hola... No, no he podido hablar con ella... Soy una terrible amiga... Es que estamos a full con las nuevas promos... Y encima...

Seiya- ¡Está bien, Comandante!!

La interrumpo.

Seiya- Sigo insistiendo con su asistente...

Mina- ¡Jajajaja! Buena suerte... ¡Me avisas!!

Seiya- Si si....

Llamo una vez más , como nadie en todo una sección no va a atender el maldito teléfono.

Un tono, dos tonos, al cuarto alzan la bocina.

- Edición...

Contesta , por fin su asistente.

Seiya- Hola con la Señorita Tsukino por favor...

Esmeralda- ¡Oh Señor Kou...!

Rápido se dan cuenta con quién habla.

Esmeralda- Hoy no ha venido... Pero puede pasar si desea...

Contesta estirando la última palabra.

Seiya- Esta bien, gracias...

Corto antes de que tire otra indirecta.

Con lo que he llegado a conocer a Serena no la veo faltando al trabajo.

Así que apenas termino voy hasta su casa.

Toco un par de veces y desde dentro de siente movimiento.

Bien no se fue del país.

Estoy por tocar de nuevo cuando abre y me recibe tapada con una manta rosa que solo deja ver su carita.

Serena- ¿Que haces...?

Dice limpiándose la nariz, supongo que con un pañuelo oculto en su mano.

Serena- ¿Aquí...?

Termina con cara de culo.

Seiya- Veo que eres la misma simpática de siempre...

Se apoya resignada en el marco.

Serena- ¿En serio a eso viniste...?

Seiya- Nop... Vine hasta aquí a comprobar que estuvieras viva...

Con sus brazos tapados hace gesto señalándose.

Serena- Bien... ¡Ya me viste... !

Comienza a cerrar saludando.

Seiya- ¡Espera...!! Es evidente que estás enferma...

Paro la puerta.

Seiya- Déjame ayudarte...

Serena- ¿Tengo otra opción...?

Niego enérgicamente con mi cabeza mientras ella se aparta y como una ancianita camina lento a su sillón.