– Cuídenlos mucho, por favor –Dijo Hiccup soltando la mano de su esposa quien iba a preparar las últimas cosas.
– ¿Por qué siento que nos lo dice específicamente a nosotros?– Preguntó Ruffnut a su hermano.
– Tranquilo, Jefazo. Tus retoños están a salvo con nosotros.
– En verdad, eso espero – miró a Zephyr y Nuffink que se sentían felices de pasar tiempo con sus tíos – Zeph, Nuff se quedarán con sus tíos. La mayoría pueden ser un poco tontos, pero para eso están los tíos Fishlegs y Heather.
Los demás lo voltearon a ver con gesto ofendido. ¿Por qué siempre decían eso de ellos? No era como que en unos días pudiesen malcriar a los niños.
Astrid se acercó para darles un beso en la frente a sus hijos y abrazarlos antes de partir. Los pequeños pusieron gestos de tristeza, pero sabían que volverían a ver a sus padres en pocos días.
Hiccup también se despidió antes de ayudar a la rubia a subir al barco, donde también se despidieron con un gesto de mano de sus pequeños.
.
.
.
.Habían pasado dos días desde que sus padres se habían ido. La verdad la estaban pasando bien, sus tíos tenían ocurrencias muy chistosas, como cuando Tuff y Ruff incendiaron toda la ropa del tío Snotlout y tuvo que vestir con sacos de papas.
Aunque después de enterarse de esa anécdota Fishlegs y Heather decidieron que si no querían ver a los niños incendiando algo lo mejor era que se quedaran con ellos en tiempo completo.
Aquel día Fishlegs se encontraba escribiendo nuevo información para el libro de dragones, no se había percatado de la presencia de los mini Haddok, estaba tan concentrado que no se dio cuenta hasta que hablaron.
– Tío Fishlegs, ¿te puedo hacer una pregunta?– preguntó Zephyr viendo atenta al mayor.
– Claro, dime.
–¿Cómo nacen los bebés?
El rubio paró de escribir en seco y abrió los ojos como plato. ¿Qué se supone que debería decirle? Si hablaba de más seguramente Astrid lo mataría.
– Sí ¡yo también quiero saber! – habló el más pequeño.
– Eh... bueno – comenzó a hablar con nerviosismo mientras volteaba para prestarles más atención – pues... todo empieza cuando...
Zephyr lo miró de forma incrédula, entonces comenzó a pensar que su tío quizá no sabía la respuesta. Cuando parecía que al fin iba a comenzar con su explicación Heather entró a decir que la cena estaba lista.
– Oye, Heath – Fishlegs rápidamente se levantó a ver a su esposa a la vez que hacía un gesto con la mano para que se acercara – ¿Sabes cómo nacen los bebés?
– ¿Qué? ¿Tú no sabes?
– Claro que sí, pero no sé cómo explicárselos.
– Pues explícales con la abejita.
– Eso es – le agradecido con un beso en la mejilla.
– Bien, todo inicia cuando dos abejitas se enamoran y la abejita niño tiene que picarle a la niña para que se embarace de él mediante una hoja de polen.
Heather sólo podía contener la risa al escuchar la explicación, Zephyr no se creía la explicación del todo y Nuffink por su lado estaba bastante entretenido con la historia.
– Tía ¿por qué no mejor nos lo explicas tú? – en cuanto la pequeña pelirroja miró a la mayor esta detuvo abruptamente su risa.
– ¿Yo? Pero el tío Fishlegs te lo acaba de explicar.
– Sí, pero no me quedó muy claro ¿me explicas?
Volteó hacia su hermano para darle un pequeño golpe y como siempre, entendió la señal de seguirle la corriente.
– ¡Si, tía, explícanos!
Cuando la ojiverde supo que no tenía opción no le quedó más que ir a buscar un viejo libro que podría explicar mejor que ella. Les leyó una gran parte, Zephyr estaba atenta a todo lo que decía, contrario a Nuffink que parecía no entender mucho.
– Está bien, ¿puedo hacerles una última pregunta?
Los mayores simplemente soltaron un suspiro, sus amigos les habían advertido de la creciente curiosidad de la pequeña, pero parece que apenas comenzaban a acostumbrarse. Finalmente sólo asintieron con la cabeza.
– ¿Cuándo tendrán un bebé ustedes?
Ambos voltearon a verse entre sorprendidos y nerviosos, la verdad es que no lo habían pensado, pero no sonaba a una mala idea.
– Algún día – respondió simplemente la pelinegra.
– Oye ¿y por qué tantas preguntas?
– Sólo curiosidad.
– Vaya curiosidad – dijo abrazándolos – vayamos a cenar.
– Además mamá y papá a eso fueron.
Los pequeños se levantaron de sus asientos para salir corriendo con rumbo a la cocina. Ellos dos se sorprendieron por ese último comentario, pero también quedaron bastante intrigados.
.
.
.
.
.El último ya se encontraban esperando a Hiccup y Astrid, ambos entraron a la casa por sus hijos mientras al despedirse sus amigos se les quedaron viendo de modo extraño, ellos imaginaron que era porque debían tener un aspecto cansado así que lo dejaron pasar.
– ¿Qué tal la pasaron? – preguntó el castaño a sus hijos mientras emprendían el camino a casa.
– Bien, aprendí mucho – contestó la pelirroja.
– Sí y yo me divertí – habló el pequeño rubio.
– Me alegro mis pequeños – dijo Astrid mientras se agachaba para darles besos en las mejillas a ambos.
– ¿Puedo hacerles una pregunta?
Sus padres la miraron con una sonrisa a la vez que le daban un gesto afirmativo.
– ¿Cuándo tendré a mi nuevo hermanito? ¿Por qué a eso fueron, no?
ESTÁS LEYENDO
One Shots Hiccstrid
Fanfiction"Te amo Astrid Hofferson, con todo lo que tengo. Y siempre te amaré"