ALWAYS TOGETHER [Everlark]

1•La vida antes de tí.

1•La Vida Antes De Tí.

Peeta, dormía plácidamente, sobre la mesa de el escritorio. Las clases de etiqueta, le parecían cansinas. No era para menos, cualquier joven de 14 años, pensaría igual. Y aún más, cuando había sido obligado a aprender desde muy pequeño.
Peter lo observaba divertido.

Había visto la oportunidad, de hacerle una broma. Al no tener mucho tiempo para divertirse, se tenía que aprovechar. Así lo hizo tomó la tinta y con su dedo índice, le dibujó unos bigotes. Al instante se echó a reír. Peeta en consecuencia se despertó. Sin comprender lo que sucedía, adormilado se talló los ojos.

—¿Que pasa?

Peter seguía, riendo. Ya que al tallarse los ojos, se había manchado alrededor. Ahora, daba un aspecto similar, al de un cachorro dálmata. Peeta se miró las manos y entonces lo comprendió. El también jugaría.
Tomó el tintero, y se untó los dedos. Y así mientras su hermano reía, le estampó los dedos en la cara. Dibujando al azar. Las risas se hicieron más estridentes. Los jóvenes hermanos, se estaban divirtiendo de lo lindo.

Mientras aún jugaban, unos pasos resonaron por el pasillo continuó. Pero, estaban tan inmersos, que no lo notaron. La puerta se abrió de golpe y entró un anciano de mediana estatura: con unos ojos azules que parecían amenazantes.

Los hermanos dejaron de reír. Era su profesor (un hombre muy estricto). Como era de esperar, ambos fueron reprendidos y castigados. Pero después de ese incidente, ambos jóvenes habían pensado en un plan. Uno que pondrían en práctica. Harían como su hermano mayor, Tony. Se escaparian de la mansión.

***ALWAYS TOGETHER***

Estaban fastidiados, de estar siempre en la mansión familiar. Siempre encerrados, estudiando. No habían disfrutado de una infancia y tampoco estaban disfrutando de su adolescencia. Se les trataba como adultos, pero no les daban libertad, como los mayores tenían. La educación era rígida, nada flexible.

Así que comenzaron a escaparse (Después de hacer los deberes), a oscuras, sólo iluminados por la Luna. Luna que cambiaba de estado, como dictaba su naturaleza. Añoraban poder llevar una lámpara de queroseno (para poder ver con más claridad), pero no podían. Sí la llevaban les podían descubrir. Lo que implicaba un castigo, para nada piadoso.

Solo Tony llevaba una lámpara. Lámpara que escondía bajo una capa con la que se cubría al salir.
No es que Tony fuera malo, no, era todo lo contrario muy amable, con un carácter muy similar al de Peeta. Lo que ocurría es que, no querían que él supiera, que tenía dos sombras; que se le desprendían al entrar al bosque.

A ellos no les importaba, a donde iba todas las noches. Solo lo veían desaparecer, en la espesura del bosque, yendo hacia la zona más peligrosa. Y sí llegaron a tener curiosidad, no había sido tan grande; como para hacer frente a el miedo que les daba. La profundidad de el bosque, (que ya no era propiedad de su familia) y de donde por cierto, se contaban muchas cosas. Desde aparecidos, fantasmas, y donde incluso según las malas lenguas; se aparecía el Diablo, para ofrecerte un trato. Esos rumores les daban miedo, aunque no lo admitían.