El nuevo aspirante a N°1/ Izuku Traicionado

Capítulo 3

En el capítulo anterior:

Midoriya: Y eso fue lo que ocurrió señor Endeavor

Endeavor solo podía ver con rabia a Nezu y a All Might, quienes al recordar lo ocurrido ese día y enterarse cómo me sentí, solo podían agachar la cabeza en forma de pena y vergüenza.

Aizawa: Bueno Midoriya, ahora podrías contarnos sobre tu nuevo quirk

Midoriya: Por supuesto Aizawa sensei.

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Episodio actual:

Podemos ver como nuestro protagonista de pelo verde está sentado frente a los héroes profesionales Endeavor y Eraser Head, junto al Ex-Símbolo de la Paz, All Might (se me olvido decir que All Might no está en su forma ni musculosa ni esquelética, tras la batalla con All for One y unos descubrimientos médicos pudo tener la apariencia de un hombre común de 40 años) y al Director de la U.A Nezu.

Aizawa: Entonces Midoriya, ¿cómo nos explicas que tienes quirk cuando se supone que deberías ser quirkless?

Midoriya: En principio deben saber que yo llame a mi quirk "Bishamon".

Endeavor: Como el dios de la guerra.

Midoriya: Exactamente, pero debo avisarles que yo tampoco estoy muy seguro de lo que me ocurrió, solo tengo una teoría de lo que me pudo pasar, primero comencemos justo luego de que los oficiales me llevaron de la U.A.

Inicio Narración Izuku

Me encontraba devastado, estaba con la mirada perdida, como podía ser que dudaran de mí, que me acusaran de traidor y me dieran la espalda, pero sin darme cuenta ya había llegado a un reformatorio cerca de Musutafu, los oficiales me bajaron de la camioneta y me introdujeron a la prisión, me dijeron que me entregarían mi nuevo uniforme, tras cambiarme y ponerme un enterizo naranja con el número 01579 (en todas las cárceles tendría el mismo número), al ingresar podía ver como varios adolescentes me observaban con curiosidad, otros con una sonrisa sádica, en ese momento fui llevado a mi celda en el segundo piso, eran celdas individuales donde solo había una cama vieja, un inodoro y una ventana con barrotes, cuando los oficiales cerraron la puerta me voltearon a ver.

Oficial 1: Eres una vergüenza para la sociedad.

Oficial 2: Por cierto, no te preocupes por tus antiguos amigos, aquí harás varios, pronto tendrás tu "Bienvenida", diviértete.

Lo miré con temor, a que se podía referir con "Bienvenida", tras unos minutos la puerta de mi celda fue abierta y ahí lo entendí, podía ver a un grupo de 7 adolescentes mucho más altos y fuertes que yo, se me acercaban con una sonrisa sádica en sus rostros y pude escuchar una conversación entre un oficial y el que parecía ser el líder del grupo.

Oficial 2: Háganme un favor y no lo maten, es mucho papeleo el que debería hacer.

Líder: Esta bien, solo le daremos una cálida bienvenida.

En ese momento se me acercaron y me comenzaron a golpear sin piedad, trate de defenderme, pero era en vano, me superaban en número y en fuerza, aunque no pudieran usar sus quirks sus golpes eran muy fuertes, tras una media hora de una paliza, me encontraba en el suelo muy adolorido, con una o dos costillas rotas, la nariz sangrando, mi ojo derecho morado y muchos moretones junto con sangre que salía de mi boca. Unas preguntas rondaban en mi cabeza, "¿Porque a mí?" "¿Qué hice yo para merecer esto?", solo podía ponerme a llorar, tras unos días de recuperación en la enfermería volví a mi celda, pero en ese momento un oficial se acercó a mi celda para avisarme que tenía visitas, preguntándome de quien se podía tratar me dirigí hacia la sala de visitas, y ahí la pude ver, la única persona que estuvo a mi lado en toda mi vida, mi madre Inko Midoriya, al verme corrió como si no hubiera nadie más alrededor y me abrazo, lloro en mi pecho y luego de calmarse nos sentamos a charlar.