Daddy Tony Stark?

Chapter 8. Stephen's feelings

Stephen azotó a puerta tras él, tratando de controlar sus sentimientos de furia que recorrían su cuerpo. Sin importar que el frio azotar la ciudad salió del edificio a toda prisa, escuchó los gritos de Everett que le pedían detenerse, pero hizo caso omiso subiéndose al Lamborghini y arrancando el motor; las llantas rechinaron y se apresuró hacia la siempre iluminada ciudad.

...

No había pasado una tarde tranquila en mucho tiempo, sin lugar a malinterpretaciones, ama a Vincent, ese niño es la luz más grande que puede tener; pero su imaginación e hiperactividad llenan el departamento de risas, el silencio en ese lugar era extraño. No le desagradaba, pero no esperaba tenerlo por un tiempo prolongado. Harley había regresado a Tennessee dos días antes, Vincent y Peter estaban renuentes a dejarlo ir, pero las vacaciones de invierno estaban a la vuelta de la esquina y no tardarían en reunirse otra vez.

Natasha y Bucky habían aparecido esa mañana de sábado para secuestrar a Vincent. Era el cumpleaños de Nathaniel el hijo menor de Clint y esperaban poder llevar a su sobrino adorado a visitar a sus primos, junto con Vanya quien estaba rebosante de alegría.

Claro, aunque fue invitado ese precioso sábado tenía una junta de accionistas, había prometido alcanzarlos en casa de Barton en cuando tuviera el tiempo para salir corriendo de ahí; Pepper ya lo había amenazado ante una posible huida, por lo que tenía que soportar 4 horas escuchando a un grupo de idiotas que quería hacerse más rico a sus costillas.

Después de empacar una maleta para Vincent, con las mudas necesarias para cambiarse ante el hecho de que su hijo era un torbellino y junto con sus primos seguramente podría dominar el mundo, besó las mejillas regordetas y lo apretó contra su cuerpo en busca de encontrar el valor para dejarlo ir. Nat le dio un beso en la mejilla, seguramente buscando relajarlo ante el hecho de que su cachorro dejaría sus brazos. Era un papá sobreprotector después de todo.

Movió su mano cuando Vincent se asomó por la ventana despidiéndose, Vanya también replico la acción para tomar asiento en la camioneta de los Barnes-Romanoff. Soltando un suspiro de nostalgia regreso al ático para vestirse apropiadamente y encaminarse a Stark Industries, le esperaba un largo día.

La junta fue tediosa como lo esperaba, así que lo primero que hizo fue darse una ducha rápida, pero efectiva, que limpiara toda esa pesadez que aplastaba su cuerpo, hace unos minutos había recibido una llamada de Natasha avisando que habían llegado a casa de Clint (gracias a él y su super poderoso jet privado) sanos y salvos, Vincent había tomado una siesta todo el camino, y se había despertado con toda la energía para jugar con sus queridos primos.

Bien, necesitaba apresurarse para llegar a una hora prudente a casa de Barton, eran un par de horas sin Vincent y ya lo quería nuevamente con él, por una parte, estaba tranquilo porque sus mejores amigos cuidarían a su hijo de manera diligente, pero su parte de papá-mamá quería asegurarse de que estuviera bien.

Secó su cabello con una toalla, mientras dejaba que su cuerpo desnudo fuera cubierto por una bata esponjosa. Salió del baño avanzando directamente al armario para escoger algo cómodo para la ocasión, no utilizaría un traje ya que Clint vivía en una granja en medio de la nada y sus amigos se burlarían de que era un presumido hombre de negocios, los conocía bastante bien. Su maleta ya la había arreglado la noche anterior para aprovechar el tiempo y estaba listo para su partida.

El zumbido de su celular lo hizo acercarse a este, una sonrisa se formó en sus labios cuando Thor mandó fotos de los chicos comiendo pastel, en el fondo se veían Nat, Bruce, Bucky, Janet, Clint y Sam disfrutando de una cerveza, Steve estaba con el grupo de niños, demasiado tierno a su parecer.

Se levantó tomando los boxers que dejó sobre la cama, vistiéndose con ropa interior de prisa, tomo una playera blanca deslizándola sobre su torso y jaló el par de jeans ajustados que había elegido para ese día. Estaba a punto de colocarse los zapatos cuando la voz robótica de JARVIS lo interrumpió.