mi familia

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El último domingo de agosto, regresamos a casa después de pasar el verano con mis abuelos, mi mamá va manejando, Josh mi hermano  de copiloto, cambiándole a la radio a mitad de cada canción, y yo voy en el asiento de atrás con la ventana bajada disfrutando del viento, Josh dice que parezco un Golden Retriever, mientras mamá grita que no saque la cabeza, y es que en estas vacaciones todos cambiamos: Josh encontró su lugar, o eso dice mi mamá, que por cierto, es enfermera divorciada, así se presenta Ella. Mi papá se fue a vivir a otra casa, porque según me dijeron se quieren mucho pero tienen tantas cosas que no caben en la misma casa; pero cuando se fue  de casa solo se llevó una maleta y dos cajas. Él viene cada fin de semana a vernos, que es casi lo mismo que lo veía cuando vivía con nosotros.

Este verano descubrí  la cosa más asombrosa:  pude volar.

Bueno no exactamente, más bien tuve la sensación de volar. Verás, el último viernes antes de regresar de visitar a los abuelos, fuimos a acampar,  y es que mis abuelos viven en Montana, y ahí hay unas montañas enormes. Todo comenzó cuando nos preparábamos para escalar el Rocky Mountain: Josh preparaba todo su disfraz (como dice el abuelo), de militar ese día; y es que Josh anda cambiando de ropas a cada rato, ha sido rapero, metalero, cowboy, surfista, emo y el actual rockero, solo usa una chaqueta negra deslavada, pantalones rotos y playeras de bandas que nadie conoce.  En las vacaciones, se tiñó el cabello dos veces, la primera, fue con mamá en el salón de belleza. Los dos regresaron rubios con reflejos platinados, y es que al día siguiente íbamos al parque acuático y Josh tenía la tonta idea de ir de surfista. Y la segunda vez,  se pintó su cabello negro con mechas azules, solo que en lugar de ir a la peluquería, lo hizo el mismo porque mamá no gastaría un centavo más en sus cambios de look.

La cosa con Josh empezó el verano pasado. Habíamos regresado a casa después de pasar todas las vacaciones visitando a la familia por parte de mi papá en México. Josh y su amigo Peter eran inseparables desde el jardín de infantes, pero ese verano, Peter fue a una fiesta y conoció a un montón de amigos beatlemaniacos, que según me dijo Josh, es que aman a una banda que ya no existe. Así que cuando Josh fue a casa de Peter a presentarle su nuevo videojuego -- la resurrección de los zombis VI--, Peter solo hablaba de los Beatles y su influencia en el mundo, usaba un peinado diferente -- como antiguo--, como esas fotografías de los 60's y no paraba de enviar mensajes de texto con sus nuevos amigos.

 Un día fuimos al centro comercial y ahí estaba Peter con todos sus amigos cerca de la fuente, riendo con su nuevo grupo, y Josh nos dijo que ya no eran amigos, él había intentado caerles bien a los otros chicos -- incluso fue a un concierto con ellos --, pero le dijo a mi mamá que todo fue mal desde el inicio: cuando todos llevaban camisas iguales con frases y fotos de los Beatles,  Josh llevaba una que decía “I love the beach”, pero aun así, trató de encajar con ellos, e incluso al final creyó que habían tenido un buen momento, porque corearon y bailaron las canciones -- que obvio, Josh había estudiado en YouTube --. Pero al regresar del concierto, cometió el más grande error, al decir "estuvo genial"  y todos se molestaron y dijeron que no sabía nada de música; al parecer, con los amantes de los Beatles nadie es lo suficientemente bueno.

Desde ese día, Josh ha buscado unirse a un grupo: ha sido beisbolista, pero lo dejó porque solo es por temporada y él quería algo que durara todo el año; estuvo en el club de debate, demasiado ruidoso; con los skaters, pero no tenían suficientes chicas.  Así a estado, hasta ese día en el parque acuático en Montana; se tiñó el cabello, se hizo un bronceado artificial y se puso su ropa de surfista, esos “board short”, por los que lloró que le comprara mamá, pero ella dijo “no”, porque había gastado mucho dinero en la ropa al estilo cowboy para venir a Montana, aunque, los consiguió en una venta de garaje, incluyendo lentes de sol estilo californiano, sandalias y una playera que decía “sol & arena”, por solo 25 dlls -- toda una ganga--.  Ese día en el parque acuático aun lado del tobogán más grande, conoció a unos chicos con los que fue a una fiesta y pum!!!! como dice él, conoció al amor de su vida, era una chica que iba toda de negro, por lo que Josh pensó que era “ emo”, así que hizo lo clásico de Josh: se vistió de negro,  tiñó su cabello, leyó poesía “emo”, la cual, dijo que era demasiado dramática y traumatizante. Se mandaron mensajes, y resultó que ella también estaba visitando a unos parientes. Al final, antes de venirnos, la encontró en la gasolinera y para alivio de Josh ella ama el “Rock indie” y no es “emo”,  como había pensado,  y ¡sorpresa! : vive a 30 minutos de nuestra casa en California.   

El sueño de AmyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora