Imagina que, luego de mucho tiempo y muchas inseguridades, Jean intente invitarte a salir.
—Ehm, ¿Te parece que tú y cine vayamos al yo? No, no, no era así...
—Paso por tí el viernes a las cinco, ¿Sí?
La interrumpiste entre pequeñas risas, dejándola petrificada al creer que le dirías que no.