La nueva deidad (Kamisama Hajimemashita)

Capitulo 9: "Recuerdos encontrados"

***Punto de vista de Kurama***

Conduje lo más rápido que pude, revisaba el pulso de Annie de vez en cuando para asegurarme de que seguía viva, estaba cada vez más pálida, esto no me gusta. Llegue al templo y la baje en brazos, golpee la puerta del templo con el pie y abrió Nanami.

-      Ayúdenme. – suplique.

-      ¿Qué paso? – dijo Nanami y me condujo al cuarto de Annie para que la recostara en la cama, en eso Tomoe y Mizuki entraron en la habitación.

-      ¡¡¡¡Annie!!!! – grito Mizuki y corrió hacia la cama.

-      Alguien le lanzó un dardo envenenado, se desmayó casi al instante, cuando saque el dardo este se desvaneció y pude notar que el veneno le está congelando la sangre. – estaba tan preocupado al igual que todos.

-      Déjame ver. – dijo Tomoe y movió un poco a Annie para ver la herida que aun sangraba, tomo un poco y lo olio. – sí parece algún tipo de veneno pero no logro descifrar que veneno es.

-      Y si no sabemos el veneno que es no podremos buscar una cura. – dijo Nanami asustada.

-      Tendremos que probar con todo lo que se nos ocurra. – respondió Tomoe y todos comenzamos a buscar alguna cura.

***Punto de vista de Annie***

Abrí los ojos, pero no vi ni a Kurama ni a nadie conocido, estaba en un lugar oscuro con un olor asqueroso.

-      ¿Dónde estoy? –  me pregunte y di un paso, cuando escuche un crujido, al bajar la vista me percaté de que estaba parada en un montón de huesos, huesos humanos. Comencé a correr, no entendía nada, ¿Cómo había llegado aquí? ¿estaré soñando? Me detuve cuando todo comenzó a parecer igual, gire para ver a mi alrededor y cuando regrese a donde había empezado, ahí estaba el.

-      ¡Buu! – me dijo burlesco aquel hombre que me había perseguido durante toda la vida. – creo que no me he presentado apropiadamente, mi nombre es Lesmes.

-      ¡ha! “Aquel que es el protector de la nobleza” o “Aquel cuya nobleza es su protección” ese nombre no te porta. – le dije.

-      ¡vaya! Conoces el significado de mi nombre, y creo que me porta de maravilla. – dijo en un tono tan alegre que daba miedo. – por cierto, creo que te preguntas como llegaste aquí y con mucho gusto te lo diré, ese dardo que te dio en la nuca, estaba bañado en un líquido que ha traído tu espíritu  a esta dimensión, mientras tu estas aquí de lo más normal en realidad estas muriendo allá en la tierra.

-      ¿Por qué me has traído aquí?

-      Para tomar lo que me pertenece, mi raza esta extinta gracias a tus jueguitos de las escondidillas, soy el único que queda y yo quiero la inmortalidad.

-      ¿y era necesario que me trajeras aquí?

-      Piénsalo de esta forma, así la lucha será más justa, uno contra uno, si hubiéramos peleado en la tierra estaría en gran desventaja.

-      Eres un cobarde. – me burle y mire para otro lado.

-      Mira mocosa, desde hace siglos estuve buscándote desde que perdí mi ojo por culpa de tu hermano. – me dijo mientras señalaba su parche.

-      ¿hermano?

-      Oh si, es verdad, no lo recuerdas, tu padre borro tu memoria y te regreso a una edad en la que podrías empezar de nuevo, ¿recuerdas la pequeña conversación que tuviste con ese chico?, ese tal Kurama, en la que le dijiste que su forma de ser te recordaba a alguien, pues tu hermano era igual que él.

-      N-no… mientes, yo no tengo ningún hermano, solo tratas de hacer que baje la guardia.

-      Yo no miento, vamos, ¡recuérdalo! – me grito.

 Con uno de sus dedos toco mi frente, mi marca de deidad comenzó a brillar y una nube de niebla me cubrió, me transporto a un lugar lejano y pude ver a una pareja, el chico tendría unos 25 años, tenía el cabello rubio y los ojos de un marrón muy oscuro, casi negros, la chica se veía solo un poco más joven, su cabello era de un tono de rubio más oscuro y sus ojos eran iguales a los del chico, los escuchaba discutir.

-      Ya te dije que yo por ser el hermano mayor, soy el más fuerte, más guapo y… - decía el chico mientras se subía a un pequeño banco de cemento pero antes de que terminara la chica lo interrumpió.

-      Y más cabeza hueca. – dijo la chica mientras movía un poco la tierra haciendo que el banquito tirara al chico.

-      Respétame un poco más, soy tu mayor. – dijo el chico mientras se ponía de pie y se acomodaba la ropa.

-      Lo hare cuando te ganes mi respeto Abel – respondió la chica e hizo que lloviera un poco sobre el chico entonces se echó a correr mientras reía alegremente.

-      Hahaha ¡siempre es lo mismo contigo Annie! – el comenzó a perseguirla.

Todo se desvaneció y volvió a formarse, pero ahora estaban en una gran habitación, la chica dormía y un hombre la observaba, me moví para verle el rostro, era un hombre joven pero se notaba que era lo suficiente mayor como para ser el padre de la chica. El llamo a una mujer, reconocí su voz de inmediato, ese hombre era mi padre y cuando entro la mujer a la que había llamado vi que era mi nana.

-      Abel ha muerto tratando de proteger a su hermana, pero ella no está segura aquí. – mi padre puso su mano en la frente de la chica y ella comenzó a rejuvenecer hasta el punto en el que me reconocí, en pocos segundos me había transformado en un bebe. – llévatela a la tierra, no puedo quitarle sus poderes así que seguirá siendo una deidad, cuídala, yo siempre cuidare de ustedes.

Todo volvió a mi memoria, lo bueno, lo malo, quizá esta en mi destino morir y reunirme con Abel, mi hermano.

La nube se desvaneció y me encontré de nuevo en aquel putrefacto lugar con Lesmes, el hombre que mató a mi hermano y al cual yo debo vencer.

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Holi! ^w^ Hoy fueron 2 capítulos en pocas horas, los dioses me han favorecido hoy al parecer, espero les esté gustando, si es así, voten, comenten y síganme:3

La historia está casi por terminar pero aun no estoy segura si alargare la historia o hare más partes, ustedes díganme que piensan.

Bye, bye!

Atte: Annie B.* n4n1