[15]

6.5K 497 60
                                    

Maiá Hart.

La alarma sonó a las 3:30. Era día de desintoxicar a mi mamá. Aunque no entendía por qué lo seguía haciendo, si cada vez que lo hacía ella volvía a drogarse. ¿Cuál era la finalidad de hacer todo esto?

Apague la alarma que tenía a lado de mi y me levante.
Me puse calzado y baje a la cocina a prepar la mezcla.

Subí nuevamente a las habitaciones y entre al cuarto de mi madre. Prendí la luz y ella se movió sobre su cama. Se volteo quedando boca abajo y escondió su cara de bajo de la almohada.

- Mamá, por favor. - roge acercándome a su cama. La moví suavemente. Ella me soltó una manazo.

- Maiá, vete. Hacemos esto todo el tiempo. Te lo dije, no necesito la desintoxicación.- dijo quitando mis manos de ella.

- Mamá ¿Cuántas veces necesitamos hacer esto? - preguntó cansada, sentandome a lado de ella.

- ¿Y yo cuántas veces debo decirte que no? - preguntó agresiva. Se quito la almohada de la cara y se sentó para quedar a mi mismo nivel. Me miró a la cara con una expresión furibunda.

¡Corre Maiá, corre! Gritaba todo mi cuerpo.

- No necesito de tu ayuda, no necesito de ti, solo eres una estúpida niña. Tu padre vendrá pronto y me cuidara, él lo hará mejor que tu.
Desaparece de mi vista Maiá.- sus ojos eran casi como los míos, con la diferencia que por su color de piel se notaban las ojeras debajo de sus ojos.
La mirada inexpresiva que me estaba dando, era como si me matara con ella, como si me matara por dentro.

- ¡Papá está muerto! ¡Entiendolo ya! - grite. Me levante bruscamente de su cama.- ¡Él no está aquí, nos dejó, murió, solo lo vez por esas estúpidas drogas! ¡Tu eres la mamá!- reclamé, pero me voz se rompió cuando esas últimas cuatro palabras salieron.- ¡Tu eres la mamá!- repetí sollozando.- ¡Se supone que tú debes cuidarme, debes protegerme! ¡Se supone que tu eres mi hogar, la persona con la que debo sentirme segura si algo sucede! - un nudo se había formado en mi garganta y se había quedado justo en medio, dolía al pasar saliva, un dolor inmenso se había formado cerca de mí corazón, era una molestia que crecía con cada palabra que soltaba.- La persona que eres ahora mismo... No la reconozco, no se quien es la persona que está enfrente de mi.

- Maiá, por favor.- dijo en tono indiferente, soltando un suspiro.- Dejate de dramas.
Tu padre llegara en cualquier momento y no le gustara la forma en la me hablaste.

- ¡Ayudame, por favor! - roge con la voz chillona, por estar llorando.- ¡Dejame ayudarte! No estás bien.
Te llevaré a un centro de rehabilitación, ayudame y ayudate a ti también.
Si papá estuviera aquí no te querría ver así, no estaría orgulloso de verte en este estado.- me hubiera gusta que esas palabras, le hubieran llegado, que reflexionar a y me dejara ayudarla, cualquier opción hubiera sido mejor, que esta.

La rabia en sus ojos se podía ver a kilómetros, creo que en decir que "papá no estaría orgulloso" no fue una buena idea.
Su mano se estampó contra mí mejilla y luego las almohadas volaron a mi cuerpo.

- ¡Tú no sabes nada! - explotó en irá. - ¡No sabés qué es lo que quiere tu papá, tú no lo puedes ver!- la alarma de su mesa de noche se estrello contra mi cara.
Fue todo, no puedo. Ya no.- Y sí no fuera por él, tú no estarías aquí, jamás quise tenerte.
¡Pero claro, tenía que hacer feliz a mi esposo! - ella se callo de golpe.

Dicen que ese dolor que sientes en el corazón, es por qué algo realmente te hirió.
No sabía que hacer o como reaccionar. Intento acercarse y yo retrocedí con temor.
Su boca se abrió pero ninguna palabra salió de ella.

𝐌𝐜𝐃𝐫𝐞𝐚𝐦𝐲 [𝐆𝐫𝐞𝐲'𝐬 𝐀𝐧𝐚𝐭𝐨𝐦𝐲]      Donde viven las historias. Descúbrelo ahora