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Me senté en el pequeño sillón individual que estaba a mi lado. Cuando Aria bajo estaba usando unos pants negros y una playera holgada del mismo color que decía "Rock Me!", jamás la había visto con algo así, le caía de un hombro y podía ver el tirante negro de su brassier.

- Aquí tienes.- me entregó una playera roja con una sudadera azul de 'adidas'.

- Gracias.- estiré mi brazo y tomé la ropa.

- Puedes cambiarte en el baño, ya sabes donde está.- se sentó en el otro sofá y yo me levanté.

Caminé hasta el pasillo, giré a la derecha y abrí la puerta para entrar al baño. En cuestión de segundos ya me había cambiado. Salí del lugar, escuché ruido en la cocina así que fui hasta allá, tiré mi ropa en la entrada para que no me estorbara.

Aria estaba en la estufa haciendo algo, me acerqué a ella lentamente y la abracé por la cintura, dió un brinco hasta que bajo la mirada a mis manos.

- Me asustaste.- rió.

- Lo siento.- me uní a su risa. Estaba haciendo unos sándwiches para cada uno- ¿De que son?- pregunté sin soltarla.

- Jamón.- respondió orgullosa.

- ¿Necesitas ayuda con algo?

- Sólo a bajar los platos... no alcanzo.- otra cosa que me gustaba de ella era su pequeña estatura, me llegaba más abajo del hombro lo cual era adorable.

Bajé dos platos del estante, me dió las gracias y luego los tomó para poner ahí los sándwiches. Colocó los platos en la mesa, regresó por dos tazas con café, las puso frente cada plato y se sentó en una de las sillas, me senté frente a ella. Cuando comíamos logré ver un poco más de lo que ya había visto antes, cuando masticaba veía a su alrededor, miraba dentro de la taza cada vez que iba a tomar un poco del líquido que contenía, fruncía el ceño cuando se limpiaba con la servilleta y siempre su mano izquierda estaba debajo de la mesa.

- ¿Qué pasa?- preguntó al terminar su comida.

- ¿De qué?.

- No sé, me has estado viendo raro todo el rato.

- No es verdad.- tomé lo último de mi taza, posteriormente la coloqué nuevamente en la mesa.

- Si tu lo dices.- apoyo su codo izquierdo en la mesa y se recargó sobre su mano- Sigue lloviendo.- comentó.

Vi por la ventana y así era- Lo sé.- respondí.

- ¿Qué quieres hacer mientras?

- Puedes proponer algo.- le di la oportunidad de escoger.

- No sé...- susurró.

- Podemos contarnos cosas.- ella frunció el ceño, al parecer no entendió lo que había dicho.

- ¿Cosas?- dijo dudosa.

- Sí, secretos o algo que no sepamos del otro.- seguí.

Se levantó de su asiento, tomo los platos y los colocó en el fregadero, regresó por las tazas e hizo lo mismo- ¿Como cuáles?- se giró a verme.

- No sé tus secretos, sólo dime uno y te diré otro devuelta.

- Bien.- dijo saliendo de la habitación. Me levanté de la silla y la seguí a la sala, se sentó en el gran sofá de lado para que yo quedará de frente a ella, imité su acción para que nos viéramos mejor- Empieza.

- Bueno- era de esperarse que me dejara primero, fue mi idea-, ayer hice una confesión a mi mejor amigo.

- ¿Cuál?- preguntó curiosa.

- Le dije que me gusta una chica.- susurré la última palabra.

- ¿Quién?- habló bajo.

- ¡Oh, no!, vamos secreto por secreto, ahora es tu turno.

- Vamos, dime quién.- suplicó.

- No lo haré hasta que me digas uno.

- Está bien- pensó un instante hasta que lo encontró-, también me gusta alguien y hace unos días le dije a Jos y a Josh pero no supieron como ayudarme.

- ¿Quién?- quería que me dijera de una vez que era yo pero sólo recibí risas de su parte.

- No, no, no.- negó con la cabeza- Vamos secreto por secreto ¿lo olvidas?.

- Cierto.

- ¿Cómo se llama la chica?- preguntó.

- No importa como se llame, sólo sé que no le gusto.- me recargué en el cojín que estaba a mi lado derecho.

- ¿Por qué no le dices?

- Por que no creo gustarle.- aseguré- Todos dicen que sí pero cuando le gusto a alguien me doy cuenta y con ella... no parece.

Se acercó un poco más a mí- ¿Tan seguro estás?, dime ¿qué es peor que al chico que te gusta le guste alguien más?

- ¿Por qué lo dices?

- Lo acaba de decir...- apenas escuché lo que dijo por que tapó su boca.

- ¿Qué?- le pregunté.

- ¡Nada!- respondió a la defensiva.

- ¿Te gusto?- dije dudoso.

- No.- se levantó del sillón y corrió a las escaleras. Subí detrás de ella pero cerró la puerta de su habitación, iba a poner el seguro cuando abrí la puerta.

- ¿Te gusto?- reiteré.

- No.- comenzó a caminar hacía atrás, yo caminaba hacía ella pero no se detenía.

- Escuché lo que dijiste.

- No, no lo hiciste.

- Vamos Aria, lo dijiste, dijiste que lo acababa de decir. Sólo te podías referir a mí.

- Eso no es verdad, no dije nada.

- No mientas.- se detuvo al chocar con la puerta de vidrio que te llevaba al balcón. Puse mis manos a los costados de su cabeza para evitar que se fuera a otra parte- ¿Por qué no me quieres decir?

- No me gustas ¿de acuerdo?.- contestó desesperada- Déjame ir...- susurró segundos después.

- No hasta que me digas.- me agaché un poco para poder acercarme más a ella, estaba tan cerca de sus labios que podía haberlos besado sin ningún problema.

- No...- susurró sobre mi boca.

- ¿Segura?- contesté.

- Sí...- su voz estaba temblando. Poco a poco logré rozar sus labios, no pude resistirme más y la besé. Puso sus manos sobre mi pecho, una de mis manos la puse en su mejilla y la otra la usé para rodearla por la cintura.

One More Time (Bryan Mouque)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora