BLOOD // CARL GRIMES

3

La noche cayó temprano y todos nos fuimos a nuestras tiendas. Daryl, el hombre que siempre llevaba encima su ballesta haría la primera guardia. Esperamos un par de horas para que todo el mundo estuviese dormido. Salimos por la "puerta" Trasera de la tienda, sin hacer ni un solo ruido y nos alejamos cuanto pudimos.
-pues... A cenar- dijo Damon.
Los primeros años siendo vampiros no habían sido fáciles para mi, solo me satisfacia con sangre humana. Mi hermano invento un juego para que empezase a comer animales, quien cazase más ganaba. Siempre me dejaba ganar hasta que se convirtió en una tradición.
Fue más o menos una hora de caza, en la que también aprovechamos para inspeccionar el terreno.
Guardamos un par de conejos para el resto del día siguiente y volvimos a la tienda de campaña sin ser descubiertos.
Casi sin darnos cuenta llevábamos tres semanas conviviendo con ellos.
Todo era bastante monótono.
Damon y yo nos levantabamos, tomabamos un poco de sangre, ayudabamos en las tareas y por la noche salíamos a cazar. De vez en cuando entablaba conversación con alguien.
Carl intentaba hablar conmigo, pero no quería tener más relación con ellos que la necesaria. Los primeros días, lo pase un poco mal, hasta que me di cuenta de que eran buenas personas y poco a poco se me fueron quitando las ganas de morderles la yugular.
Esa mañana mi hermano y yo los despertamos temprano, tras tomar una pequeña dosis de sangre salimos de la tienda. Damon fue a ayudar a gleen a transportar leña mientras que yo me senté con la espalda apoyada en un tronco. A los pocos minutos sentí a carl sentarse a mi lado.
-hola- dijo.
Le respondi con lo mismo.
-no hablas mucho ¿verdad?- pregunto
Negué con la cabeza sonriendo un poco.
-¿sabes disparar?- dijo derrepente.
¿Sabia disparar? Solo lo había hecho un par de veces y de eso hacia más de un siglo.
-no- contesté girando la cabeza para mirarle.
-¿quieres aprender?- dijo acercándose más a mi.
¿Estaba intentando ligar conmigo? Si así era podría ser divertido seguirle el juego.
-vale- respondi casi susurrando.
Tras avisar a los adultos nos adentramos más en el bosque, estuvimos andando durante un par de quilómetros hasta que paramos.
-creo que es buen sitio- dijo.
Nos paramos y Carl empezó a colocar varias latas a ciertos metros de nosotros.
Tres explicarme detalladamente como tenía que disparar, me coloque y aprete el gatillo. La bala ni siquiera se acercó a las latas, probé un par de veces más pero no conseguía acertar.