La última hija de Artemisa-Deber u honor.

Esa estúpida voz en mi cabeza(2/2)/one-shot

chicos decidí adjuntarlo al cap, porque me gustó como parte de LUHDA3, será el cap especial narrado desde el punto de vista de Casio, me inspiré y aquí está, solo quiero decirles que entre el final de la parte 1 y el inició de la parte dos, supongan que se fueron a dormir y por eso despertaron donde despertaron, es todo :)

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Casio P.O.V:

Como semidiós he experimentado muchas cosas raras como: mujeres-pollo, gigantes de un ojo, y una vez una especie de pequeño duende mitad troll que me persiguió por una semana. Pero despertar a mitad de Nueva York en medio de un círculo de ovejas se llevaba el premio, obviamente unas ovejas no tenían nada de peligroso, pero siendo un semidiós nunca me confiaba sabía que en cualquier momento las ovejas escupirían fuego o volarían y me devorarían.

Me fui levantando poco a poco tratando de no alarmas a las ovejas, empecé a caminar hacia atrás buscando una salida entonces tropecé con algo en el suelo y caí de espaldas.

—¿Qué rayos…?—escuché decir y descubrí a Elizabeth en el suelo sin idea de lo que estaba ocurriendo—¡Quítate Casio!—me gritó.

—No—intenté advertirle, pero ya era tarde, las ovejas se dieron vuelta, sus ojos se tornaron rojos y salió espuma de sus bocas.

—Dioses—Eli dijo sorprendida y ligeramente asustada.

—Corre—me levanté, la tomé de la mano, noqueé a una oveja fuera del camino y salimos corriendo. Las ovejas nos siguieron velozmente.

—¿Qué ocurre?—preguntó Elizabeth.

—No tengo idea.

—¿Y el resto?

—No sé—observé sobre mi hombro, esas cosas estaban cerca, dimos vuelta en una esquina—desperté y esas cosas estaban rodeándonos ¿por qué ovejas?

Nos detuvimos en la quinta avenida, se encontraba abarrotada de gente, por lo que había escuchado eso era algo usual.

—Son ovejas de la isla de Polifemo, son carnívoras y muy peligrosas—me explicó.

—¿Cómo lo sabes?

—Bueno uno de los dos tiene que ser el inteligente aquí, y por lo visto no eres tú.

Le di una mirada que indicaba que no me hacía gracia su comentario—Jajá, graciosa.

—Lo sé—contestó sonriendo—debemos de buscar…—Eli dejo de hablar y se quedó contemplando un letrero—es 24—susurró.

Fruncí el ceño—Eso parece, 24 de Diciembre, pero no te preocupes es el efecto del laberinto—dije sin pensar, no sabía cómo sabía eso pero estaba seguro de que era cierto—veras el laberinto funciona con una magia que…

—Sí, eso lo sé—me interrumpió— es solo que yo…

Un gruñido la interrumpió, el grupo de ovejas se había reunido entre la multitud y nos observaba.

—Mierda—dijimos al mismo tiempo—hay que deshacernos de esas bolas de lana—di un vistazo rápido alrededor—sígueme tengo un plan.

Corrimos calle abajo sacando de empujones a la multitud—dices que son carnívoras ¿cierto?—Eli asintió—necesitamos un señuelo para sacarlas de aquí.

—Un semidiós herido—sugirió ella.

La miré sospechosamente—¿Qué me vas a hacer?

Eli rodó los ojos sacó su espada y se hizo un tajo, la sangre empezó a correr rápidamente. Todas las ovejas corrieron lo más rápido que pudieron hacía nosotros.