Capítulo 4: ¡Bailemos tango!

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CAPITULO 4:

"El amor es tan importante como la comida" —Gabriel García Márquez.

Cuando te sientes intimidado o cuando hay algo que está fuera de tu zona de confort, ¿Qué haces? Si eres valiente, lo enfrentas, pero si eres como yo, huyes.

Y eso hice. Inventé una excusa y salí corriendo dirigiéndome al comedor, donde me esperaba Luisa para almorzar.

 El almuerzo se me hizo muy corto, ya que estuve pensando en la mini conversación con Adrián y su extraña actitud. Me parecía muy curioso que siquiera me hablara, ya que había pasado tanto tiempo y ni una sola vez me dirigió la palabra.

Para cuando salí de mis pensamientos, Lu estaba jalando de mi brazo alegando que íbamos a llegar tarde a la clase de biología por mi culpa, así que corrimos para llegar a tiempo.

Cuando la clase terminó, me dirigí hacia la clase de baile. Sí, lo sé. Yo bailando, es una cosa que no se ve todos los días. Entré al salón y busqué mi lugar en el escenario, mientras tanto, noté que había muchas caras nuevas y no pude evitar preguntarme el porqué de su presencia en esta clase.

La profesora entró al aula y todos nos levantamos para saludarla. —¡Buenos días! Como ya habrán notado, hay muchas caras nuevas—Todos asentimos—Bueno, les explico, con el motivo de integrar a los estudiantes, se ha decidido que varias de las clases opcionales van a mezclarse, en este caso, baile se mezcla con lectura. Por lo tanto, algunos estudiantes de baile están en lectura y viceversa. ¡Ninguno se salva! Todos van a estar en lectura durante varias clases. —Dijo la profesora de manera entusiasmada, como siempre.

Traté de reconocer a alguien de los nuevos, pero fue en vano, no conocía a nadie. Estaba bastante incómoda y no tenía idea de hacia dónde mirar o qué hacer.

—Bueno, basta de parloteo, ahora todos fórmense en parejas. —Dijo la profesora.

Mi fin llegó. Soy demasiado tímida, de hecho, mi amistad con Lu empezó cuando ella habló conmigo, de lo contrario no tendría mejor amiga. Así que como entenderán, esto de socializar es un tormento que me persigue.

Luego de varios minutos sin saber a dónde mirar, alguien se acercó a mí y agradecí internamente por eso. El chico se acercó y me propuso estar juntos en la clase, y como se podrán imaginar, acepté.

—El día de hoy, les voy a mostrar una de las danzas más bellas, en mi opinión; ¡El tango!—Dijo la profesora. —El tango es una danza y género musical que proviene de Argentina, específicamente en la región del Rio de la Plata con influencia en Buenos Aires. En su época, el tango fue muy revolucionario, ya que el tango se muestra como una danza muy sensual. Las parejas que bailan tango, muestran una profunda conexión emocional. El tango, también es descrito como un pensamiento triste que se baila. —Explicó la profesora. —Ahora que ya saben un poco más acerca del tango, vamos a practicar.

Hicimos una corta rutina de calentamiento, y enseguida la profesora se dispuso a explicarnos los pasos básicos del tango.

Mientras la profesora explicaba, el chico se acercó a mí. –Por cierto, me llamo Nicolas. — Se presentó. —Yo soy Emma.—Le dije sonriendo.

—No luces muy feliz. — Dijo Nicolas con un aire burlón.

—El baile no es lo mío. — Respondí mirándolo a los ojos.

—Entonces, ¿por qué estas aquí? — Preguntó Nicolas.

­—Supongo que tengo demasiado tiempo libre­­. — Respondo de manera despreocupada.

—¿Tú? ¿Tiempo libre? — Dice entre risas— ¿Qué tipo de magia negra es esa?

—Mi magia es increíble. — Digo con aire de autosuficiencia.

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