Capítulo 6: Mi atardecer favorito, o tal vez no.

397 36 5
                                    


Una semana más tarde, estaba haciendo flexiones junto a Lu, mientras el nuevo amigo de mi mejor amiga, que ahora es nuestro entrenador, contaba las flexiones.

Esta última semana había sido muy difícil para mí, porque todos los días después de la escuela, nos quedábamos toda la tarde allí entrenando. Prácticamente no tuve tiempo para nada, escasamente pude grabar mi programa, pero no pude prepararlo de la manera que siempre lo hago, porque al llegar a casa, lo único que podía pensar era en dormir. Disfrutaba ayudar a Lu con su entrenamiento, pero yo no sirvo para nada que tenga que ver con deporte.

—27..., 28..., 29..., ¡30! —Celebró Lucas, nuestro entrenador, cuando por fin terminamos nuestra última serie de flexiones. Como se podrán imaginar, yo estaba muriendo, y Lu se veía perfecta, cualquiera pensaría que ni siquiera estaba haciendo ejercicio.

Me levanté rápidamente del suelo, ya que mis brazos no soportaban más mi peso. Cuando estuve de pie, noté que Lucas miraba a Lu mientras ella se levantaba del suelo, cuando ella sintió su mirada, vi sus a sus mejillas teñirse de rojo y soltó una risita.

—Luisa, lo hiciste muy bien. Has mejorado bastante en una semana, te felicito. —Lucas se acercó a ella.

—Eso es gracias a que tengo el mejor entrenador. —Hice una mueca de asco.

—Bueno, ya es hora de irnos. —Le dije a Lu, pero ella estaba demasiado ocupada sonriéndole a Lucas. —¡Lu! —Sacudí su hombro llamando su atención. Lu volteó los ojos y me miró como si quisiera matarme por arruinar su momento con Lucas.

—El entrenamiento aún no ha acabado. —Informó Lucas.

—¡¿Qué?! — Pregunté exaltada. —Lucas, ¿acaso quieres matarnos?

—Yo me siento bien. —Dijo Lu, elevando sus hombros de forma despreocupada. Le di una mirada de pocos amigos.

—Gracias por el apoyo, Lu. —Puse mis ojos en blanco. —Es un placer— Respondió con una sonrisa inocente.

—Tenemos que practicar lanzamientos. —Dijo Lucas. —Aunque, si tú estás muy cansada, te puedes ir. —Dijo mirándome. —Sólo por esta vez.

—Bueno, siendo así, me iré. —Me despedí de ellos, dejándolos solos, no sin antes hacer que Luisa prometa que me contará todo luego. Ya saben, cuando tu mejor amiga se enamora, tú lo vives con ella.

Lu conoció a Lucas, cuando estaba buscando un entrenador para nosotras. Fue con el equipo de baloncesto para buscar ayuda y se topó con Lucas y él aceptó convertirse en nuestro entrenador. Lu me dijo que, desde el primer momento, sintió mariposas en el estómago. Cuando me contó, no pude evitar rodar mis ojos debido a toda su cursilería. Desde el primer día de entrenamiento, todo ha sido incómodo para mí. He tratado de escapar del entrenamiento varias veces, pero no tengo una buena excusa, porque todo lo que no sea mi programa está cancelado. Es incómodo, sí, pero Lu es mi mejor amiga, y estoy feliz de que haya encontrado a Lucas. Pero me preocupa que, solo lo conocemos desde hace una semana y Lu está demasiado ilusionada con él, y aunque Lucas se ha mostrado muy amable con nosotras, en especial con Lu, hay algo en él que no me termina de cerrar.

Eran las 6pm, el sol se estaba ocultando, generando así un hermoso atardecer. Me encanta observar los atardeceres, así que cuando salí de la escuela, me dirigí hacia un lugar donde sabía que los atardeceres se ven aún más hermosos.

Cerca a mi casa, hay una especie de mirador. No es muy alto, pero aún así la vista es muy hermosa. Como es un poco mas alto que todo el pueblo, no hay nada que obstruya la vista hacia los atardeceres, así que es perfecto. Este lugar significa mucho para mí, ya que allí viví los mejores momentos de mi infancia.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

A traves de tu vozDonde viven las historias. Descúbrelo ahora