Capitulo 1

1.6K 112 37
                                    

No quería levantarse de la comodidad y calidez que le ofrecía su cama,era normal tener días como esos,en los que uno simplemente no quiere despertar ya fuera por pereza,por simple gusto o para seguir soñando.Más cuando son esos sueños agridulces de recuerdos que uno anhela y espera que sucedan  de nuevo pero sabe que jamás ocurrira,al menos no de la misma manera, en ese lugar,con esa persona y eso era justamente lo que tenía a nuestro adorable Mafuyu Sato tan pegado a sus sábanas aquella mañana de sábado en invierno.

—No te vayas…Yu...— se escuchó el suave murmullo entre sueños,mientras se negaba a abrir los ojos sabiendo lo que le esperaba al volver al mundo real pero como la mayoría de las personas, él no tenía el maravilloso don de controlar sus sueños y termino despertando con un fuerte jadeo y la respiración agitada, recorrio con la mirada enseguida su habitación sintiéndose desorientado,buscando algún indicio aún más claro que le dijera donde se encontraba y más "cuando".

Unos suaves golpes se escucharon del otro lado de la puerta antes de abrirse dejando que el rostro curioso de su madre se azomara con cautela
—¿Esta todo bien,cariño?—

Tardo de nuevo en reaccionar antes de que su pequeña bola de pelos entrara y saltará hacia su cama haciendo que lo abrazara por reflejo —Ah…si,lo siento solo tuve un sueño extraño— murmuro con suavidad ahora que su subconsciente borraba de a poco todo rastro de aquel sueño dejándolo solo con un fuerte pesar en el corazón y una desorientación a la que no estaba del todo acostumbrado a pesar de que todos decían que siempre se encontraba en las nubes.

—De acuerdo,el desayuno estará listo pronto así que toma una ducha antes.Ibas a salir de nuevo con Uenoyama ¿Cierto? Apresurate antes de que se te haga tarde

La puerta se cerró apenas su madre termino de decir lo que quiso,dejándolo de nuevo hundido en sus pensamientos, mientras llevaba su mano directo a su pecho,apretando la camisa entre sus dedos con la mente y corazón hechos un lío.Respiro hondo un par de veces queriendo calmarse antes de salir de la cama,dejo a Kedama sobre está antes de dirigirse hacia el baño,tal vez lavarse la cara con agua fría podría aclararle la mente un poco y despejar sus pensamientos.

•••••

Cierto pelinegro con rostro desinteresado se encontraba esperando, con su pie dando golpecitos en el asfalto al ritmo de la tonada que resonaba en sus oídos atraves de los audífonos perdiéndose en ese mundo que tanto amaba casi olvidando que era lo que hacía ahí hasta que un suave toque en su abdomen le hizo levantar la mirada sorprendido ,topandose con aquellos ojos color caramelo que le robaban suspiros.

—Lo siento ¿Esperaste mucho?— pregunto con su usual voz suave mirandole con algo de pena por hacerle esperar sintiéndose aliviado al ver qué el contrario negaba con una sonrisa.

—Tranquilo,no llevo mucho tampoco y me sirvió el tiempo para pensar en algunas composiciones — se quitó los audífonos alborotandole el cabello guardando su reproductor. —¿Y bien? ¿Decidiste que quieres hacer hoy? Ha pasado un tiempo desde que salimos que no sea para ir a los ensayos de la banda así que haremos lo que tú quieras— Su voz dejo salir un toque de vergüenza mientras desviaba la mirada cosa que logro sacarle una sonrisa al de cabello castaño (para mí es más salmón pero dejémoslos así(¿) La inocencia que su no tan reciente novio mostraba era algo de lo que no se cansaría,le encantaba mirar todas y cada una de sus reacciones,a veces intentaba mostrarse seguro pero otras,con que apenas rozará su mano,se le encendía el rostro en un rojo vibrante.

—Podemos dar una vuelta y entrar a las tiendas,tenemos la tarde libre así que tomemoslo con calma— Se encogío de hombros tomando su habitual lugar justo a lado de su novio,amaba sentir como sus hombros se tocaban con cada paso,algunas veces abusaba de eso y se pegaba de más a su cuerpo mintiéndome sobre que no cabía a pesar de que tenían toda la banqueta para ellos solos.

Otra oportunidad (Given)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora