Capitulo 2

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Tick….tick….

Se removia de manera insistente debajo de las sábanas,dando quejidos bajos mientras dormía, sintiendo una incomodidad extraña mientras vagaba en sueños ,sueños que por supuesto no le permitían abrir los ojos,haciéndole sentirse atrapado y desesperado.
Solo podia escuchar a lo lejos el suave murmullo de las manecillas de lo que creia era un reloj y cada vez parecían retumbar más fuerte dentro de su cabeza,causando ansiedad en su cuerpo, provocando que se tensara y su respiración se agitara.
Su corazón no tardó en acelerarse también,uniéndose al mar de ruido y sensaciones que le hacían sentir asfixiado y confundido.

Agradecio que no duró demasiado y pronto todo fue acallandose, poco a poco,todo fue bajando de intensidad,incluso dejo de moverse sobre la cama,ahora lo único que perduraba contra sus oidos era un “Tick Tack” acompañado de un grupo de susurros que no lograba entender.

No fue sorpresa que se despertase sobresaltado con ligeras gotas de sudor bajando por su frente, sintiendolas heladas al estar en plena madrugada de invierno,respiro agitado peinandose el cabello hacia atrás buscando de alguna manera despejar su mente y sentir algo real,queriendo alejar lo que había sentido en el sueño,todo había sido tan confuso,borroso e incluso había sentido que se ahogaba y aunque no recordará con exactitud que clase de sueño le había perturbado tanto,  había un cosquilleo persistente en su garganta,un cosquilleo que solo se formaba ante la vibración al pronunciar cierto nombre,una vibración que le recorría por completo y que conocía a la perfección.

—Yuki…— balbuceo aún sobre su cama en completa oscuridad y aunque era imposible,juro que había escuchado el eco formándose,rebotando en las paredes de su habitación y estrellándose de llenó contra él.
Flexiono las piernas hasta dejarlas pegadas a su pecho y se abrazo a sus rodillas con el insistente palpitar en su pecho,que parecía crecer junto a un dolor que había estado ignorando durante demasiado tiempo,agradecía que las pesadillas se hubieran mantenido alejadas un tiempo pero definitivamente no extrañaba para nada aquel sentimiento.

Seria mentira decir que lo había superado por completo,que no lo extraña en ocasiones o que su mente no se inundaba de él cuando se descuidaba,como en esos momentos,no podía negar que anhelaba verlo al menos una vez más e intentar remediar su último error,queria disculparse y hacerle saber que lo había amado tanto como él,queria pasar una última tarde a su lado…sostener sus manos y sentir que la otra mitad  de cada uno estaba ahí,justo a su lado,que no la había perdido.
Queria ser capaz de al menos tener una despedida adecuada,una despedida de la que no se arrepintiera toda su vida porque si,estaba seguro de que aquella última conversación y sobre todo aquella última imagen que había tenido de Yuki era algo que iba a acompañarlo para siempre,quisiera o no.

Estaba consciente que por más atormentado que estuviera o por más que deseara ver al rubio,por más que rogara tener esa última oportunidad era algo imposible,ya no podría correr a dónde él,ya no podría disculparse y nunca podría cambiar las últimas palabras que salieron de su boca.

Un destello de mirada azul cruzo por su mente,aliviando levemente el ardor que sentía en su pecho y alma,aunque si que se instaló una pizca de culpa en su corazón por sentir consuelo cuando una sonrisa orgullosa y una melena pelinegra recorrió su memoria no se dejó tumbar por ella,el alivio era algo que había estado necesitando mucho últimamente.Que la emoción de sus pesadillas fuera menguando poco a poco de manera más rápida debido al recuerdo de Uenoyama era algo con lo que había estado en conflicto consigo mismo un par de veces,más porque no podía evitar pensar que poco a poco Uenoyama estaba remplazando a Yuki y aunque sabía que de algún modo ambos ocupaban lugares distintos en su corazón,no podía evitar sentir que el lugar de Yuki poco a poco iba haciéndose más pequeño,no desapareceria,eso era imposible pero si se desplazaba cada vez a los recuerdos.

Otra oportunidad (Given)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora