Un cuerpo y una voz| MeruemxKomugi (EDITANDO)

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"Voy a desnudar tu alma beso a beso hasta sentir que tu cuerpo se derrama como lluvia sobre mí; Por el borde tu espalda voy a dibujar mi amor...  Sin ocultar esta pasión" - SBF

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"ENTREGA DE MUJER"

El rey sintió bajo la falda de la chica su entrepierna, luego continúa en el cuello y esta vez rostro con toda confianza sus dedos rozaban levemente la pelvis de la peliblanca mientras ella se entregaba a besarlo cada vez más.

Komugi se estremeció al sentir aquella mano un poco áspera en su intimidad y no obstante a pesar de tener unos dedos cubiertos de piel rígidos, casi dentro de ella estos comenzaban a masajearla suavemente. Ella dejó de lamer el cuello del rey porque comenzaba a sentirse más extraña, arqueo su espalda quiso emitir ciertos quejidos pero prefirió llevarse una de sus manos a su boca para detenerlos.

Meruem veía toda la expresión facial de Komugi en cámara lenta con una rara sonrisa, a pesar de lo inteligente que el rey es, sigue siendo inexperto en estas cosas y al igual que la chica estaba totalmente fascinado. Era la primera vez tocando un cuerpo humano de esta manera, el cerebro del rey parecía querer "apagarse" mientras él luchaba por querer "analizar" matemáticamente hablando cada sensación corporal, cada acción y reacción de la chica y él pero le era imposible.

Otra cosa en la que el autor de tan extraño libro tenía razón, ésto se trataba más de sentir que medir así que llevo las yemas de sus dedos un poco más abajo adentrandolas en aquella suave cavidad. Komugi entrocerró sus ojos claros, con su rostro totalmente rojo buscó el rostro del rey con su mano libre mientras con la otra acompañó la de él para lo que parecía querer retirar su mano, Meruem se detuvo.

— ¿Komugi?.. No... No te gusta? Estás incomoda? — Esbozo el rey acercándose a su rostro, ella se acerco a el tambien.

Normalmente este tipo de preguntas no son comunes en ninguno de los dos, él NO suele preguntarle a nadie si se sienten a gusto con su espacio y a ella nadie le pregunta si necesita comodidad. La chica negó con la cabeza, el rey hormiga tuvo cierto alivio eso significa que podía continuar? Quería hacerlo pero debía preguntar ya que su gran consejo literario recalcaba varias veces lo importante que era el consentimiento femenino para alcanzar el placer en cada paso.

Antes de siquiera el rey emitir su pregunta la peli blanca tomó con su mano temblorosa los dedos de Meruem haciendo que éste le dé movimiento más lentos y circulares, sin chistar él obedeció y prosiguió a tocarla como ella quería. Los resultados fueron aún más fascinantes.

Komugi ocultó su rostro apoyándose en el cuello del rey, una lastima porque él quería seguir viendo su expresión facial mientras la tocaba pero no se arrepintió de esto al sentir como ella le daba pequeños besos en esa área.

Su calidez era demasiado buena, el temblor de su cuerpo, el palpitar de aquella zona erógena que tocaba y por supuesto aquella humedad que parecía desbordarse sin cesar, el rey se dispuso a tocar aún más la chica le lamió levemente su músculosa clavícula volviéndolo aún más loco. Luego noto como su invitada especial se agitaba aún más y su respiración se complicaba como si fuera a darle un ataque de taquicardia, sabiendo que ella de por sí tiene problemas nasales; Meruem se detuvo un poco parando sus movimientos de dedos para mover su cabeza y mirarla a la cara.

— ¿Komugi estás bien?

— Ma-maje... N-No se... — ella se abrazó a él y está vez sin poder evitarlo lanzó un gran gemido en su oído.

Mientras su intimidad era cada vez más palpitante y húmeda, la chica recuperó el "aire" que podía y sin fuerzas se derramó sobre el regazo del rey quimera. Meruem sintió su corazón acelerarse aún más al ver aquella expresión facial, ese sube y baja de su pecho y al sentir sus dedos húmedos sintió una leve curiosidad del porqué pasaba esto pero al ver que la chica se veía muy avergonzada se confundió pensó que esto la hacía feliz.