Eh... eh... bueno, pues... Mary y yo tenemos 4 años como novias y 5 meses comprometidas... hace un tiempo salímos de la academia y bueno... muchas cosas han pasado, mi hermama Kirari y la señorita Igarashi... que ahora es la señora Monobami, se casaron hace dos meses... tenían que ver la cara de Sayaka no paró de llorar despues de el "si, acepto" de Kirari aun qué ya también estaría igual cuando Mary pronunciara las palabras... no es de dudar.
*FlashBack*
Eran unas vacaciones muy lindas... bueno la verdad creo que el estar con ella lo hacia mas lindo... supongo que después cuatro años juntas me siento mucho mas tranquila segura al expresarle... lo que... lo que... siento por ella... pero hoy, hoy quería dar un pasito más... y estaba segura de que quería pasar mi vida junto a ella...
Salimos tranquilas del hotel, y fuimos a dar una caminata, no podía dejar de temblar... ella lucía tan hermosa con su vestido violeta... mis nervios aumentaban cada minuto ¿y si me decía que no? Tal vez no era el momento, tal vez debia dejarlo así, tal vez era demasiado pronto.
- ¿estas bien, Ririka? -su voz me sacó de mis pensamientos. Pude notar por su tono que estaba un tanto ansiosa.
- eh... eh, sí -dije suave con una sonrisa nerviosa, no podía evitar sonrrojarme al ver su sonrisa, después de cuatro años seguía poniéndome me nerviosa.
Ella tomó mi mano, suspiré. Su acción me dió calma, podria decir que gracias a ella había logrado ser más "yo"...
Pasaron unas dos horas tal vez, hasta que la vi sacar algo de su bolsillo con nervios... mis nervios también habian aumentaron.
Mi corazón se detuvo y volvió a latir al verla agacharse. La gente empezaba a mirarnos, a lo que mi rostro tomó un tono rojo fuerte... ¿era acaso lo que yo pensaba?
- Ririka Momobami -dijo en tono suave. Me quedé paralizada, realmente estaba muy asombrada por lo que ella estaba haciendo- ¿quisieras, darme el placer de pasar lo que resta de nuestras vidas juntas? -suspiró mientras abría la pequeña cajita con un anillo dentro- ¿quieres casarte conmigo?
No dije nada... la expresión en su rostro cambió, yo estaba paralizada pero con manos temblorosas saqué una pequeña caja del bolsillo de mi vestido.
Asentí con mi cabeza, pero no pude evitar comenzar a llorar, al enseñarle que ambas estabamos planeando lo mismo. La abracé con fuerza, le coloqué el anillo y ella hizo lo mismo, pude notar la emoción en su mirada pero yo solo lloraba... la gente miraba emocionada...
*presente*
Y fue un momento un tanto gracioso... pero puedo decir... que ha sido lo mejor que me pasó en la vida, ella lo es.
