(Narrador omnisciente)
Habia tensión en el ambiente, era casi palpable, Sayaka estaba nerviosa por lo cerca que estaba de ella la mujer que amaba... su corazón latía rápido tanto que parecía que explotaría, no podía mirarla fijamente a los ojos... su rostro estaba rojo, sus mejillas ardían y sus manos temblaban.
Kirari se acercó a su rostro de tal manera que sus narices se tocaban con sutileza. La presidenta con su mano tocaba la barbilla de la pelinegra quien estaba demasiado sorprendida por la acción, no podía aun procesar correctamente todos los sucesos.
- ¿p-presidenta, que... hace? -preguntó con las únicas palabras que pudo articular.
- Sayaka, guarda silencio -dijo con ese tono de voz seductor que tenia siempre, tal vez era lo imponente que era su manera de hablar o lo exquisita al audio que llegaba a ser...
Sayaka iba a desmayarse, no paraba de temblar. Sus pupilas llegaron al máximo de dilatación cuando sintió finos labios de Kirari sobre los suyos... Kirari la habia tomado por la nuca para poder hacer el beso mas intenso y profundo, tonrnandose poco a poco a un beso apasionando...
La pelinegra se sentía en las nubes, estaba tocando el cielo con ambas manos.
