Capítulo 4 (Final)

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Mientras preparaba el desayuno, recordaba el otro día junto a Nakyum ¿Había escuchado bien? ¿Nakyum le había dicho que lo quería?

Era normal pensar que como una excelente máquina, reprodujera los sentimientos que él estaba mostrando por mera imitación, pero la forma en que Nakyum se lo dijo; mirándolo a los ojos, acariciándole la piel y respirando pesadamente después de un beso, lo hacía parecer como si en realidad estuviera frente a un ser humano.

Seungho se removió por toda la cocina, dándose cuenta que no conseguía concentrarse en lo que estaba preparando debido a esas dos simples palabras que salieron de los labios de Nakyum. Su corazón no dejaba de latir cada día más fuerte con lo que estaba experimentando y se sentía algo tonto e inmaduro.

Ahora era como esos fans japoneses que de los que tanto se reía, esos admiradores de Hatsune Miku, ah bueno, pues él estaba igual o peor que todos esos jóvenes con gustos raros.

Nakyum bajó como parte de ese hábito que desarrollaron cada mañana, Seungho le puso el plato enfrente, pero sabía que algo no andaba bien.

-¿Otra vez dejarás el plato casi intacto?- Nakyum llevaba tres días sin comer apropiadamente y en cada noche de esos tres días, le encontró despierto a mitad de la madrugada, dando vueltas en la cama sin poder quedarse quieto.

-No he sentido mucha necesidad de comer.

-¿Y de dormir tampoco?

-Así es- le observó apoyar el mentón sobre sus manos y mirar hacia el jardín. Seungho suspiró y se dedicó entonces a desayunar. Comprendía que Nakyum era una máquina a final de cuentas y no debía haber nada extraño si pasaba unos días sin probar la comida. ¿Entonces por qué diantres no dejaba de preocuparse por él?

-¿No crees que algo se haya averiado en ti? ¿Debería llamar a Yihwa?- preguntó eso sin afán de molestar ni nada. Y lo que obtuvo como respuesta fue un Nakyum que lo miró entrecerrando los ojos y apretó los puños sobre la mesa.

-¿Puedes leer el ambiente? Estoy desanimado, no me siento bien. Creo que estoy triste.

-¿Triste? No pedí que fueras diseñado con la emoción de la tristeza.

-Deja de hablar de mí como si fuera una simple máquina.

-Nakyum, tú lo eres ¿Por qué estás actuando como un humano ofendido?

- ¡Iré al jardín! Y no vengas detrás de mí- ¿Qué rayos fue esa reacción? ¿En serio ellos acababan de discutir?

Seungho no entendió en lo absoluto qué fue lo que hizo mal. Permaneció suspirando durante unos minutos hasta que el sonido de su celular le hizo retomar la compostura. Era Seonbi ¿Qué rayos quería ahora? No era normal que lo llamara por asuntos del trabajo dos veces en un lapso de tiempo tan corto.

-Dime que estás solo, necesito que estés solo para hablarte sobre esto.

-Estoy solo ¿A qué viene el misterio?- se reacomodó en su silla y continuó desayunando.

-Se trata de ese chico, Byun Nakyum.

-Él no es un chico, te dije que es un androide.

-Escucha Seungho, él te está viendo la cara. No sé a qué demonios está jugando, pero él definitivamente es humano. Tuve mis dudas durante algunos días, pero he confirmado que es Byun Nakyum, tiene 22 años y es egresado de la universidad de ciencias. Él fue mi alumno, estaba seguro que lo conocía de alguna parte.

Seungho prefirió guardar silencio para procesar información de esa magnitud, sus ojos miraban al vacio y se perdía en cientos de pensamientos. Recordando el día en que Nakyum se apareció en su puerta, pudo notar unas gotas de sudor en el rostro, pero había decidido ignorarlas a causa de la atracción y la satisfacción inmediata que le provocó conocerlo. Luego estaba la ocasión en que le hizo sangrar tratando de penetrarlo sin una preparación previa, se lo atribuyó a la idea de que Yihwa hacia cosas perfectas y a que Nakyum era un diseño demasiado realista. No, no podía ser verdad.

Accidentalmente enamorado de tí (Pintor Nocturno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora