C A P Í T U L O 16

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Estaba exhausta, llevaba seis horas sin descanso alguno sin apartar la vista de la pantalla de su computador portátil. En el escritorio se encontraban desparramado varios apuntes, y libros los cuales tenían algunos posts it pegados sobre ellos o algunas frases destacadas en color neón. Suspiró y se masajeó la sien tratando de relajarse. Dejó caer su espalda en el respaldo de su silla, fijó su vista en aquel desorden que tenía sobre su escritorio, necesitaba descansar. Se levantó y se dirigió a la cocina, un té de infusión la ayudaría a desconectarse un rato, pero antes de salir de aquella pequeña oficina, tropezó con una caja la cual derramó parte de su contenido. Maldijo por lo bajo, ¿Por qué Markus no había guardado aquella caja en el sótano como se lo había pedido? Comenzó a recoger todo, hasta que se percató de que trataba el contenido. Eran fotos de una pareja que sonreía a la cámara. Habría estado feliz si se hubiera reconocido en las fotografías, pero no lo hizo, aquella mujer no era ella. Era Rose junto a Markus.

Arrugó el ceño aun con su vista fija en las fotografías. Después de tanto tiempo el seguía guardando aquellos recuerdos ¿Por qué? ¿Por qué la seguía recordando? Sintió un mal estar en su pecho, aquello llamado celos estaba floreciendo, si seguía observando las fotografías por un momento más, llegaría a romperlas. Tomó todo el contenido que aún estaba en el suelo y lo guardó en la caja de manera brusca y la bajo al sótano, salvo una fotografía que guardo en el bolsillo trasero de su pantalón. Ya no necesitaba una infusión, necesitaba algo fuerte.

Se dirigió a la sala de estar en donde en una esquina se encontraba un mueble, lo abrió y saco aquel Whisky Jack Daniels etiqueta negra. Se sirvió en una pequeña copa sin nada de hielo. Dejó que el líquido entrase por su boca y bajara por su garganta. Sintió el ardor bajar por su garganta, pero no le importó. Aquel escozor no era nada en comparación a lo que estaba sintiendo en ese momento. Fijó su mirada en el reloj de pared que estaba frene a ella. Markus debería estar por llegar y cuando lo hiciera le pediría una explicación.

Se sentó en sofá manteniendo su vaso de whisky entre sus manos. Suspiró y cerró los ojos, no quería seguir pensando en Markus y Rose pero le era imposible. Sabía que algo sucedida aun entre ellos, era solo cosa de observarlos cuando estaban juntos. Las miradas de Stevenson y la incomodidad de su esposo. Después de cuatro años, creía que ya no quedaban sentimientos entre ellos.

De pronto la puerta de entrada se abrió, Markus Phelps había llegado. Se notaba cansado y algo cabizbajo. Seguramente su equipo favorito había perdido el partido o había perdido contra alguna apuesta con sus primos, sea lo que fuera ella ni siquiera levantó la vista para saludarlo. Seguía inmóvil y con su mirada fija en algún punto de la sala. Markus al percatarse del semblante de su esposa, arrugo el ceño y se acercó a ella.

—Cariño...—ella bebió de su whisky aun con su vista fija—¿Desde cuándo bebes whisky?—preguntó al ver la copa entre las manos de su mujer. Ella no respondió—¿Qué sucede?

[1°Libro]Love Is A Drug [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora