[1°Libro]Love Is A Drug [✔]

C A P Í T U L O 20

Caminaba rápidamente por los pasillos del hospital. Debía de encontrarla y hablar con ella. Ya no podía seguir así, la situación se estaba saliendo de las manos. ¿Acaso nunca pensó que aquello llegaría hasta los oídos de recursos humanos? Era una tonta, una tonta que tenía miedo y que ahora deberá enfrentar una investigación, todo por no querer terminar la relación.

Llegó a la unidad de cirugía, en donde le habían dicho que se encontraría. Camino con paso fuerte y decidido. El único sonido que se escuchaba era el de sus tacones. El personal médico la observaba preocupado, su rostro debía demostrar su enfado, porque nadie se atrevía a hablarle, solo se limitaban a observarla sorprendidos, excepto una persona.

—Chloe... —Dijo Markus caminando a su lado. El semblante de su esposa no era el mismo estaba furiosa. —¿Qué sucede?

—Nada que a usted le incumba, doctor Phelps —Respondió ella sin siquiera obsérvalo. Seguía caminando por los pasillos buscándola.

—¿Podrías tranquilizarte? —inquirió él —Estas en un área de cuidados —le recordó.

Chloe no respondió. Seguía buscando a la persona. Hasta que la encontró hablando con una enferma.

—Doctora Smith, necesito hablar con usted. Es importante —dijo la abogada acercándose a su prima, quién la observo extrañada por aquel tono de voz.

—¿Me esperas dos minutos? Termino con las indicaciones y...

—Tiene que ser ahora —hablo tajantemente Chloe interrumpiéndola. Markus se acercó a su esposa, le acaricio los hombros, pero ella lo observo de manera fría, provocando que Phelps quitara sus manos. —Si quiere ayudar doctor Phelps, vaya y busque al doctor McFadden y dígale que se dirija a mi oficina de inmediato.

Tanto Markus como Samantha se intercambiaron miradas de incertidumbre. Nadie entendía nada, nunca habían visto a la señora Phelps de aquel modo. Debía de suceder algo muy malo para que ella personalmente busque a los involucrados por toda el área de cirugía y cardiología.

Samantha volvió su mirada hacia la enfermera que tenía a su lado. Ella solo asintió a la vez que susurraba no se preocupe doctora Smith, comprendí las indicaciones, lo cual dio paso para que Samantha caminara junto a Chloe a su oficina. Su prima solo giro haciendo un ademan para que la siguiera. Caminaron en silencio, Chloe solo se limitaba a caminar sin siquiera mirarla. Smith sentía como si fuera una niña de cinco años, a quien habían descubierto en una de sus travesuras. El ambiente entre las dos era tenso, y se mantuvo de esa manera hasta que llegaron a la oficina.

—Tome asiento doctora Smith —habló Chloe dirigiéndose a su escritorio y sentándose frente a su prima. —Esperaremos a que llegue el doctor McFadden.

—¿Qué sucede Chloe? —el tono de voz de Smith era de nerviosismo. Chloe solo se limitó a observarla por algunos segundos.

—Ya le dije, esperaremos al doctor McFadden, así hablamos de una vez. —respondió con tono cortante.