Una Tormenta de Espadas

Capítulo 8

Goteo. Goteo.

"¿Te aguantas ahí, León?" Rebon le preguntó a su compañero mientras se recostaba en su refugio antiaéreo de emergencia. Estaba completamente exhausto de su última maniobra, aunque todavía estaba mejor que León.

Esas llamas raras habían afectado al pequeño camaleón, que ahora tenía que expulsar el tejido dañado que se negaba a sanar de su cuerpo. La sustancia ennegrecida que goteaba de su cuerpo hacia el piso donde irradiaba esa misma energía inconformable que las llamas que la causaron. Si no hubiera sido por la capacidad del pequeño para generar más y más masa corporal, mientras Reborn siguiera proporcionándole llamas, entonces todo el cuerpo de Leon se habría quemado. Reborn nunca había oído hablar de eso antes, llamas que dejaban heridas que no curaban. Fue más allá de las llamas de tormenta normales.

Le dejó preocupado, pero Leon le estaba asegurando que se recuperaría por completo ... en un día o dos. Entonces, aproximadamente la misma cantidad de tiempo que le tomaría a Reborn recuperarse de su uso excesivo de las Llamas del Sol.

Era un secreto, conocido solo entre los Arcobaleno, una carta de triunfo para salir de situaciones difíciles. Cuando se les presiona, podrían aprovechar no solo su propio poder, amplificado por el Pacificador, sino también el poder de sus seres futuros. Se manifestó como las llamas de su elemento eclipsando completamente sus cuerpos. Su poder era real, pero también lo era la tensión que ejercía sobre el cuerpo y el costo que extraía del Arcobaleno. Reborn nunca había tenido que confiar en esta habilidad, pero suponía que había una primera vez para todo.

Reborn sabía que no podía manejar ese ataque final normalmente. No podría haberlo esquivado, ya que lo estaba rastreando. Intentar detenerlo o bloquearlo ciertamente habría resultado en la pérdida de León ante esas llamas rojas y negras. Destruirlo había sido imposible en los niveles normales de Reborn, no si el objeto podía resistir las llamas de tormenta del niño.

Pero al sacar todas las paradas, Reborn había accedido a suficientes Sun Flames para desafiar toda lógica, moviéndose a velocidades tan ridículas que el aire ni siquiera podía reaccionar a su paso, lo que le permitió evitar por completo el ataque. Fue efectivamente teletransportación. Aunque Reborn sabía que podía ser interrumpido.

Reborn estaba dando aires al final allí, actuando todo engreído. Si Kiri e Iris hubieran elegido comenzar algo, las cosas podrían haberse puesto feas. Tuvo suerte de que su reputación con ellos les impidiera atacarlo en serio. Con lo que acababa de descubrir sobre su hijo, seguramente habrían querido silenciarlo si pudieran.

Reborn finalmente había descubierto el pequeño secreto sucio de Kiri e Iris. Aunque todavía planteó aún más preguntas.

¿En qué parte del mundo había encontrado la pareja a este niño?

Natsumi observó a Irisviel sentada con el Shirou dormido acunado en sus brazos, un resplandor anaranjado y amarillo se extendió de ella hacia él, enfocándose en su brazo roto.

"¿Va a estar bien?" Ella preguntó.

"Shirou estará bien. Las Llamas de Restauración de Irisviel son diferentes de la curación normal. Incluso su brazo roto volverá a la normalidad en unos minutos". Kiritsugu explicó mientras se sentaba con la niña y Gokudera. Hibari ya se había ido, después de estar seguro de que alguien sería enviado a reparar los daños a la escuela. Natsumi le había agradecido por ayudarla, pero a él no parecía importarle.

Natsumi se movió un poco incómoda mientras miraba al hombre que había conocido la mayor parte de su vida, solo para descubrir que había cosas que nunca había sabido sobre él. "Tío Kiri, ¿eres parte de la mafia?"