🤍 Masked hearts 🤍 - Ladynoir 2020-2021.

Rosa.

Habitación de Marinette.

—Marinette, ¿para qué es esa rosa?

—Obviamente es para Adrien. Como mañana es el día de San Valentín, quisiera regalarle una después de las clases.—dijo animosa.

—¿Pero no se supone que tienes que darle y decirle lo importante que eres para él?

—Eh... si.

—Pues creo que a veces no se lo merece. —soltó Tikki.

—¿Por qué?

—Si no lo notaste, ya vas como casi tres años haciendo muchas cosas por él y solo te ha dicho la típica de...

"Gracias Marinette, eres la mejor amiga que existe en el mundo"

—...yo no quiero verte sufrir por él, Mari. Creo que a mi parecer, jamás te verá así. —dijo la kwami sentándose en el hombro de su portadora.

—Esta vez no será así, ya he practicado y creo que ahora si puedo articular palabras humanas.—dijo muy segura de si misma, ignorando la intención de su amiga voladora.

—Entonces no importa si practicamos, ¿no? —dijo Tikki, indicando con su patita el cuadro que tenía en la habitación.

—Ehm... ¡Cielos, es tarde! Chat Noir debe estar esperándome.

Salvada por las responsabilidades como Ladybug.

Tikki mostró una sonrisa al verla mencionar a su compañero.

Ojala tuviera esa sonrisa inconsciente cuando.

—De todas maneras te ayudaré a practicar si deseas decirle a Adrien lo que sientes.

—Si, pero ahora vamos, tenemos trabajo que hacer. No hagamos esperar al gatito, ¿quieres? —

Salió de su habitación en dirección al balcón para hacer el patrullaje nocturno.

-.-

Durante la patrulla, los dos héroes no esperaron tener que luchar con un akuma. ¿Por qué rayos Hawk Moth los atacaba de noche? Creo que volvió su desesperado gusto por los Miraculous. Perdía el tiempo estando los dos para detenerlo.

Afortunadamente para ellos, lo vencieron a tiempo y antes de la media noche.

—Ganamos. —dijeron chocando los puños. —Carrera hasta la Torre Eiffel, ¿Mi La...? ¡Oye! —ya le había ganado y corrió con la ayuda de su yo-yo mágico para llegar antes que el superhéroe.

Los dos saltaban por los edificios, juntos. Como si nada en el mundo los detuviese. Eran el equipo imparable que siempre desearon ser.

En la mira de ambos estaba el hermoso monumento que iluminaba cada vez mas que se acercaban a él, eran como polillas a la luz de esa hermosa torre, donde realizaron miles de hazañas heróicas.

—¡Por fín logré ganarte, gatito! —dijo Ladybug dándole un toque en la nariz.

—Lo lograste, te debo un beso. —dijo mientras ella justo evitó el intento de su compañero. Él no se rindió hasta que logró llegar a su mejilla.

—¡Chat!

—Perdóname, es que mañana es San Valentín y es probable que no te vea. Mas bien, subamos a la Torre, tengo una sorpresa para ti.

—Una... ¿sorpresa? —dijo la joven de coletas, mientras enroscaba sus dedos en una de ellas.

—Aja, apurémonos o sino no nos dejarán subir, ¡vamos!