🤍 Masked hearts 🤍 - Ladynoir 2020-2021.

Futuro

Futuro.

Una curiosa palabra que si lo ves desde la perspectiva de alguien quien en realidad jamás lo ha pensado, puede ser algo que aterra demasiado.

Y más para un chico de 17 años que recién comenzaba a experimentar nuevas sensaciones.

—Te amo mucho, Adrien.

Nuevas experiencias. Nuevas oportunidades.

Volvieron a besarse como lo hacían cada día que se encontraban gracias a los negocios del padre del modelo más famoso de París en la habitación del rubio.

—Me gusta esto, no debemos dejarlo por nada del mundo.—dijo feliz mirando sus esmeraldas mientras estaba encima de él.

Él no dijo nada y siguió con el ritual de caricias.

Por más que a veces no lo aceptara, el futuro le deparaba muchas cosas y entre ellas, estaba Kagami en sus planes.

Mejor dicho, en el plan de su padre y la madre de ésta, sería lo mejor para la fusión que se venía.

Estaba seguro de que ella lo quería, pero él intentaba muchas veces enamorarse de ella sin éxito, y más cuando existía aquella enmascarada que lo volvía loco.

-.-

—¿Está por aquí la prrrrincesa más prrrreciosa de todas?—dijo Chat Noir asomando su cabeza por la puerta que conducía a la azotea del Hotel Le Grand París.

—Estoy aquí, Adrien.—dijo ella seriamente.

—Mi Lady, ¿qué sucede?

—¿Qué sucede? Dime tú qué sucede... Te acuestas con mi amiga y estás conmigo. Esto está mal.

—¿Qué? E-eso no es verdad.—dijo Chat asustado.

—¿Ah no? ¿Y qué significa la emoción de Kagami que me decía por un mensaje que habían hecho el amor en la mansión Agreste?

—Marinette, ¿vas a creer eso? Sabes que puede mentir.

—¿Entonces cómo te creo? ¿Cómo pienso que mi novio no puede engañarme si está todo el tiempo con ella en la enorme mansión? Ah claro, es la pareja de mi amiga, alguien del mismo nivel social que él... Y yo, solo soy un estúpido gusto.

—Mi Lady...—la abrazó por detrás, el antifaz le cubría las lágrimas que caían alrededor de su rostro.

—Estoy cansada de ser la amante. No puedo más, Adrien. Deberías ser el chico de su vida, merece todo el amor del mundo, yo te he llegado a amar muchísimo, pero esto no llegará a nada bueno, engañamos a una amiga de verdad.

—Y-yo estoy intentando decirle la verdad cada día, de que no la amo y que te amo a ti.

—Pues que bien lo haces mientras estás enredado en las sábanas con ella.

—¿Estás segura de que ella no te está mintiendo?—dijo él.

—¿Para qué me mentiría? Tu eres feliz con ella, yo salgo sobrando aquí. Solo espero que hagas lo correcto. Piensa en el futuro, espero que jamás sepa la verdad de nosotros, me sentiría muy mal.

No le habló.

Tenía razón.

—Si quieres tener un futuro infeliz, adelante. Sigue pintándose pajaritos, yo no estaré más cuando pase.

Ató su yo-yo a uno de los edificios.

—Tengo que irme a casa, ojalá seas feliz. Nos vemos en otro ataque de akuma.