🤍 Masked hearts 🤍 - Ladynoir 2020-2021.

Sacrificios

—Chat Noir, no te atrevas a decir que no.

—Pero... Mi Lady.

—Sin peros, yo no puedo hacer esto por ser la guardiana y tú lo sabes bien.

—Si, lo entiendo pero se supone que somos un equipo, las patrullas son solo cuestión de vigilar por una hora la ciudad. Ya he hecho tu trabajo por quince veces ¿No te cuesta ayudarme? —soltó con algo de tristeza en su voz.

Ladybug suspiró ante aquella discusión que no llegaba a nada bueno, se sintió molesta y también decepcionada de ella misma, ¿Cómo le pudo pedir un favor de esos a Chat Noir después de que estuviera técnicamente quince días patrullando como loco por ella?

Se supone que debía hacerlo, pero no había tiempo. Tenía que seguir con su investigación que Suhan le dejó.

—Si es por algo que tenga que ver con lo de ser guardiana... Anda, me encargaré otra vez. —dijo el gatito a regañadientes.

—Chat Noir... Y-yo...

—Déjalo así. No puedo cuestionarte nada, además somos extraños bajo estas máscaras, ¿no? Volveré luego.—tomó su bastón y se fue por los techos a seguir con la patrulla nocturna que tenía por delante. Él ya sentía que esto no era diversión, tal vez luego pasaría por el Hotel Le Grand Paris por otro vaso de leche de los que ya se había acostumbrado tomar por los malos ratos sin su compañera de batallas.

Mientras él se iba, su compañera suspiraba y tomó aire para regresar a su habitación y acabar con el descifrado.

Quería acabarlo para poder ayudar a Chat Noir y no dejarlo de lado en esta labor. Le daba mucha pena su pobre gatito ocupándose de todos los deberes.

Vio su comunicador y notó que estaba su gatito en un punto fijo, sin moverse, miró la hora, las 10:49 de la noche. Siguiendo a sus instintos, dejó de lado por esa noche su labor de guardiana, mañana terminaría de descifrar aquellos escritos que él le dejó, además le faltaba muy poco.

Lo encontró durmiendo en uno de los callejones, cerca a su morada. Ella se acercó y notó sus pequeñas ojeras que apenas la máscara podía cubrir. Con todas sus fuerzas, lo cargó y se lo llevó a su balcón. Se le notaba tan cansado que es probable que esté dormido profundamente y no note donde estarían.

—Mmhm... —aquellos sonidos alertaron a la azabache, lo que hizo que acariciara su rostro para que pueda volverse a dormir, su madre le había enseñado aquél truco cuando era pequeña, no perdía nada intentarlo para hacer soñar a su compañero agotado por tantas patrullas seguidas. —Ladybug... —escuchó decir suavemente, lo que hizo que ella sonriera y dejara de tocar su rostro. Bajó a su habitación y le trajo muchas mantas para abrigarlo ya que comenzaba a correr viento y estaba en el frío piso de su balcón. Se le ocurrió una idea loca que en parte, le parecía divertido, y todo lo que había traído le serviría.

Todo el sacrificio que hizo en estos días iba a valer la pena.

-.-

A la mañana siguiente, un destransformado Adrien Agreste dormía muy cómodo en un par de mantas mientras apenas podía abrir los ojos, cuando lo pudo hacer vio que a su alrededor estaba cubierto como una  pequeña tienda de campaña encima de él, los rayos del sol estaban comenzando a salir y despertó de golpe. ¿Acaso se había quedado dormido en un balcón?

"Torpe, torpe, torpe."

—Oh, ya despertaste, chico. ¡Mira este banquete que hicieron para nosotros!

Vio que Plagg revoloteaba por todos lados con dos pedazos de queso. ¿Quién los había traido?

Cuando salieron de la pequeña tienda, se dio cuenta que ese balcón era conocido. Que era de alguien a quien apreciaba mucho.