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El chillido del tocino sobre la casuela caliente tronaba en mis oídos y el aroma que éste desprendía hacía que mis tripas se quejaran de hambre. Apenas había conseguido sobrevivir ayer, tenía que admitir que me dolía bastante el corazón verlos reír y abrazarse, y ni hablar de cómo se me partía el corazón cuando se besaban.

Serví el tocino sobre el plato amarillo en donde ya estaban un par de huevos revueltos, me senté a comerlos, tratando de no traer a mi mente los recuerdos de ayer, porque dolía, de verdad dolía.

Cuando terminé de comer, lavé mi plato y salí del departamento; hoy tenía que ir con Jamie a contarle todo, porque aunque yo le llevara algunos años de diferencia, ella era increíblemente madura, su manera de pensar me fascinaba y me dejaba sorprendida, y yo le tenía la confianza suficiente como para ir y contarle mi secreto inconfesable.

La saludé en cuanto la vi, su blusa amarilla fue lo primero que capté en la oscuridad del laboratorio antiguo, pero luego su cara de ángel atrajo mi atención.

- Me tienes abandonada -me dijo, bromeando.

- Lo sé, lo siento.

- ¿Trajiste material nuevo? -me sonrió, entusiasmada.

- No, en realidad no traigo fotos ahora -vacilé- La verdad tengo algo que contarte.

- ¿Dojoon preguntó por mí? -sus ojos destellaron encanto.

Reí.

- No, la última vez, pero sí lo hace.

- Oh... -musitó.

- Vayamos a tomar un café, ¿quieres?

- Claro -aceptó.

Salimos y recorrimos algunas calles, hasta que nos sentamos en un café cercano.

- Bueno, dime, que me estoy muriendo de la curiosidad -me instó, palpándome el brazo.

Sonreí nerviosa y la expresión me cambió al instante.

- ¿Por qué esa cara? -me preguntó, preocupada.

Pensé qué decirlo así, sin tantos rodeos, era la mejor opción, así que hablé rápido y sin tropiezos.

- Estoy enamorada del novio de mi mejor amiga -dije, atropellando las palabras.

- ¡Q-q-qué dices! ¡Oh! Cuéntamelo todo, ¿eh? -su bello semblante de ángel grácilmente maquillado se puso atento, inclinándose hacia adelante un poco- Tengo bastante tiempo.

Me le quedé mirando, sorprendida y divertida por su reacción. Ella interpretó perfectamente mi silencio.

- Oh, lo siento -dijo, tranquilizándose- Cuéntame -y volvió a recargarse en el respaldo de la silla.

Le conté la historia desde el principio, el tiempo nos sobraba a ambas y, desahogarme con Jamie me resultó más sencillo de lo que esperaba. Ella era mujer, me entendía y comprendía más de lo que lo hubiera podido hacer Jaehyeong o Dojoon. En el transcurso de la charla, la veía hacer expresiones de sorpresa y otras de que estaba sumamente atenta; todo eso me recordó a Doojon, ambos tenían un rostro expresivo pero de ángel.

Cuando terminé de contarle, el silencio que guardó me hizo sentir nerviosa y comencé a enrollar mis dedos entre el blanco mantel de la pequeña mesa redonda.

- Es el chico de las fotos, ¿no? -preguntó.

- Sí.

- Lo sabía -dijo y sonrió con autosuficiencia.

- ¿Qué sabías? -pregunté, confundida.

- _______, los ojos se te veían brillar cuando hablabas de él, y vaya que es apuesto el muchacho, ¿eh? -soltó una risotada.

- ¿En serio? -dije, afligida. Si ella lo había notado, ¿Woosung se habrá dado cuenta de cómo es que late mi corazón cuando está cerca?

- Lo amas -puntualizó.

- ¿Amarlo? ¿Estás loca? ¡Claro que no! -chillé, escandalizada. No había llegado hasta ese punto, aun.

- Claro que sí, _____, se te nota. Amar y enamorarse no es lo mismo; enamorarse es disfrutar de todas aquellas sensaciones que se sienten al ver a la persona... "especial" -hizo las comillas con los dedos- Pero cuando amas, ya empiezan a doler.

Me quedé en silencio, sopesando sus palabras y al comprender, se me cayó el mundo encima. Ella tenía razón. Yo... lo amaba. Dejé salir un leve gemido.

- No te preocupes, ______ -me dijo- Demuestra que eres madura, que sabes cómo sobrellevar esto, a lo mejor yo me equivoco y no es más que una amor pasajero, ya sabes, esos de "verano" -volvió a hacer las comillas- aunque en vez de verano sería invierno -dijo y rió por lo bajo, festejándose su pequeña broma.

- Pues, ojala te equivoques -musité.

Ella rió.

- ______, yo no voy a decirte qué es lo que tú sientes, ¿lo amas? Eso sólo puedes contestártelo tú misma -me aconsejó.

- Gracias.

La tarde se había pasado volando, y desde que había vuelto al departamento después de tomar el café con Jamie, me quedé tirada sobre el sofá mirando el techo de la sala. ¿Yo lo amaba? ¿Cómo puede ser posible que ames a una persona en... un mes? Había un pasado un mes, o apenas iba a pasar, la cuenta exacta de los días no la llevaba, pero, yo no era de las personas que amaban en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo debía admitir que Woosung se había ganado mi confianza, cariño y ternura en menos de una semana. Él era tan... especial. Como un diamante en bruto dentro de una mina, que aunque no le diera la luz del sol, brillaba con un resplandor abrumador. ¿Yoo Bi se daría cuenta de ello? ¿Se percataría acaso de lo que tiene realmente a su lado? Me dolió el corazón cuando palpitó, no debería estar pensando aquello.

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No solo les doy una, dos, tres o cuatro capítulos en un día.

LES DARÉ CINCO PQ HOY ESTOY CON GANAS DE ACTUALIZAR.

ESPEREN EL SIGUIENTE CAPITULO BLACK ROSE ^^

-𝘔 𝘐 𝘓 𝘓 𝘖 𝘕 𝘌 𝘚

𝙼𝚊𝚗𝚞𝚊𝚕 𝚍𝚎 𝚕𝚘 𝑷𝑹𝑶𝑯𝑰𝑩𝑰𝑫𝑶||𝖪𝗂𝗆 𝖶𝗈𝗈𝗌𝗎𝗇𝗀-𝖳𝗁𝖾 𝖱𝗈𝗌𝖾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora