🐏 . . . 🤍 : bad daddy (jihyuck)

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El pequeño haechan estaba muy feliz, su amado había llegado hace poquito y le estaba calentando su comida.
Sonreía, y tarareaba una canción, y luego sirvió la comida del mayor, camino feliz hasta la oficina de este y tocó la puerta, y escucho un; "pasa, cariño" y sonrió.
Entro a la oficina del mayor, arrugando su ceño, pues estaba todo lleno de papeles.

— papi papi, haz un espacio que tú comidita está lista. — dijo el morenito pero el más alto no le prestó ni la más mínima atención, haechan suspiro y tomo unos papelitos, para así correrlos y poder poner el plato de comida del mayor.
Pero el contrario solo tomo aquellos papeles con rapidez, haciendo casi caer el plato que sostenía donghyuck en sus manitos.

— no toques eso haechan, estoy trabajando, no tengo hambre, luego comeré. — dijo sin mirarlo, estaba concentrado en su computadora, escribiendo con rapidez, mientras que haechan hizo un pucherito, soltando un bufido e insistió; — sungie, no has comido nada desde ayer, debes comer. — dijo preocupado por la saludo de su esposo.

— ya dije que no quiero comer, luego comeré junto a ti cariño, ve a dejar ese plato. —
Haechan suspiro y asintió, saliendo de la oficina del mayor con el plato de pasta en sus manitos, lo dejo en el microondas para luego poder calentarlo y subió a su habitación, sip, el tenía una habitación sola, solita para el, aún que, más que nada era para hacer la cositas que le gustan, como bailar, hacer manualidades, y hacer dibujitos de el y su esposo.
Bien pueden parecer actividades de niños pequeños, y si, haechan ya no era uno, pero si le gustaba ser tratado como tal. Y además, para el ; ¡La edad no importa!, Puede que tenga ya casi veintitrés años pero eso no quiere decir que dejara de hacer las cosas que le gustan.

Se sentó en su escritorio y tomo un cuaderno, donde iba a dibujar un poco, pero antes, puso a cargar su celular, y dejo un Playlist de piano, amaba escuchar el piano, le relajaba en demasía.

Luego de eso, se concentro en hacer algún dibujo bonito para dárselo a su esposo, este siempre los pegaba en su oficina de casa o en la de el trabajo.
Por lo que haechan siempre le hacía dibujitos para decorar las oficinas del mayor, pues este solo tenía su oficina de un blanco, ¡Ni siquiera en un lindo blanco!, Era uno opaco, feo, casi como si hubiera tierra en aquellas pared. Haechan no se lo diría a su esposo pero, no le gustaba el color de su oficina, pero, ¡Guarden su secreto!

Termino su dibujo y ya estaba estaba satisfecho, ahora iría a dárselo al mayor, dejo todo en orden, pues jisung siempre le enseño a ser ordenado. A si que, luego de dejar cada lápiz en su lugar, bajo por las escaleras con una gran sonrisa en su rostro y fue hasta la oficina del mayor, entrando sin tocar la puerta, asustando al su novio.

— maldita sea, donghyuck, te he dicho muchísimas veces que toques la puerta. — dijo en tono molesto el mayor, y haechan se disculpo, pero aún así fue hasta el mayor y le puso la hoja en su escritorio, cubriendo sus papeles.
— ¿Es un lindo dibujo, verdad papi?, ¿Te gusta, te gusta? — pregunto miéntras miraba al mayor, esperaba que su respuesta fuera afirmativa, no quería decepcionar al mayor.

— si cariño, es muy bonito, déjalo aquí y luego lo pegaré. — dijo con una sutil sonrisa y haechan dio saltitos, tomando el rostro se su novio y dando besitos en sus labios.

— haechan, por dios, estoy trabajando, espera un momento, por favor. — dijo jisung, mientras guardaba el dibujo en uno de sus cajones del escritorio.

— sungie, haz estado dos días seguidos trabajando sin para, mira tus ojitos, están muy rojos, y apenas haz comido, y y, además, no me haz mimado. Anda, ven, vamos, luego terminas eso papi, por fis. — dijo el morenito, tomando la manito de su novio, haciendo que esté se levantará pero no por mucho tiempo.

— mierda, haechan, lo único que haces es distraerme con tus bobadas  de un niño pequeño, estoy ocupado, no puedo ahora, comportarte como un adulto y déjame trabajar tranquilo, ¿O prefieres que me vaya a trabajar a la empresa? — haechan solo miro a su mayor para luego bajar la mirada, nunca le había dicho aquello, pero lo que más le dolió fue "bobadas de un niño pequeño", sintió sus ojitos picar, y mordió su labio, reteniendo un sollozo.