Because It's You 𓏲ָ JeongCheol [Editando]

「𝐋𝐨𝐛𝐨 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨」

JeongHan sostuvo la bolsa en sus manos y se despidió de sus amigos, relajarse un poco viendo a SeungCheol le haría bien, aparte que también le diría sus dudas con respecto a sus amigos, SeokMin no asistió otra vez a la escuela y ya estaba empezando a preocuparse.

El sol se llegaba a ver ya muy poco, las nubes tapaban cualquier rastro de este y JeongHan no podía hacer nada más que apreciar la belleza del atardecer, los árboles y el sonido de las personas y silencio a la vez le hizo caer en cuenta que estaba cerca de la casa del pelinegro.

Daba pequeños saltos hasta que llegó a la casa del mayor, iba a tocar la puerta cuando sintió un pequeño cosquilleo en su nariz y en su estómago, el olor a chocolate se notaba muy poco pero aún así llegaba hasta él, sacudió la cabeza y recordó que tenía la llave de la casa del alfa así que solo la sacó.

La puerta se abrió lentamente y no vió a nadie en la pequeña revisión panorámica que le dió a la casa, pero si sintió como sus piernas temblaron un segundo por el olor de chocolate que aumentaba cada vez más.

Había estado en la casa del pelinegro muy pocas veces, gracias a trabajos o alguna reuniones que llegaron a tener, así que sabía el recorrido a su cuarto de memoria a pesar de que ya había pasado un año de su última visita.

Cerró la puerta detrás de si y algo le dijo que no debió haber entrado, pero estaba allí y solo tenía que entregarle unos medicamentos y todo estaría bien.

Oyó un gruñido proveniente del cuarto del pelinegro, luego le siguió un pequeño jadeo, a estas alturas JeongHan estaba respirando pesadamente por el aroma de la casa que se iba intensificando cada vez más.

Eso le recordó que el podía oler a SeungCheol diez veces más que otro lobo, camino hasta la puerta de su cuarto y se apoyó en esta antes de abrirla, su respiración se había agitado de sobremanera y las cosquillas en su espalda baja aumentó.

—Solo... solo le tengo que dar la pastilla y me voy —murmuró con sus mejillas rojas por la excitación que estaba empezando a sentir.

Abrió la puerta y todo el aire que tenía retenido se había ido.

El alfa estaba apenas con su ropa interior, su piel sudorosa, sus labios rojos por tanto morderselos, sus cabellos caían desordenados y algunos estaban pegados a su frente, en sus ojos se notaba la lujuria y su miembro erecto fue lo que notó JeongHan.

El alfa volteó y solo atinó a taparse lo que más podía.

—¿Qué- qué haces acá? —jadeó un poco y JeongHan solo se deslizó por la puerta respirando pesadamente, sus sentidos se sentían nublados, el exquisito aroma y la ronca voz de SeungCheol hacia que enloqueciera cada vez más—. JeongHan...

«Maldita sea» pensó el peliplateado cuando su nombre salió de la boca pelinegro.

—Vine a-

Un gemido, JeongHan tapo su boca con su mano y SeungCheol sacó todo le aire que tenía guardado, el beta se veía tan bonito sonrojado, con su respiración que sonaba entrecortada, una carga eléctrica paso por todo su cuerpo hasta parar en su miembro, SeungCheol gruñó más.

—Toma —dijo como pudo el beta y puso la bolsa en su mesita de noche, sus piernas flaqueaban y cuando el pelinegro lo tomó por la cintura lo hizo peor.

SeungCheol lo besó con lujuria mientras pasaba sus manos por la cintura del beta, el chico pasó sus manos por la espalda del pelinegro y sus lenguas empezaban a entrelazarse lo más que podían, un pequeño olor a rosas hizo que SeungCheol se separa del beta, aturdido y excitado.

—Me tengo que ir.

SeungCheol iba a reprochar pero JeongHan lo miró con insistencia, sabía que era lo que tenía que hacer.