Por favor cree en mi

Capítulo 1 - Resaca y Reencuentro

Adora se levantó en un solo movimiento de su cama, tomó un short y una camisa deportiva que tenía en su silla, y cómo si de un cohete se tratase, salió corriendo de su habitación con la cara completamente enrojecida. – ¿¡Pero qué rayos fue eso!? – Se preguntaba la rubia mientras se escondía perpleja detrás del sofá del living cómo si esa acción solucionara cualquiera de sus problemas.

Mientras miraba con detenimiento la puerta de su habitación como esperando que algo pasara, luchaba con la jaqueca que no había desaparecido, pero el susto había sido lo suficientemente fuerte para hacer que se olvidara de ella por un momento. Se llevó las manos a la cabeza como tratando de exprimir hasta el último recuerdo de la noche anterior para encontrar respuestas del por qué una mujer, prácticamente desnuda, dormía tranquilamente en su cama, sin embargo, en su mente solo aparecían flashes de momentos muy fugaces de la noche anterior:

Ella bailando y riendo con sus amigos.

Ella tomando y charlando con algunos miembros del equipo de baloncesto.

Ella ganando en cada juego de Beer Pong

- ...Espera...- De pronto sus ojos mostraron pánico y una serie de recuerdos llegaron a su cabeza de un sólo golpe haciendo que la jaqueca aumentará con cada fragmento de información que le llegaba.

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Mientras tanto en la habitación de Adora, la "desconocida durmiente" abría sus ojos tranquilamente, su mirada era borrosa aun, así que los talló un poco como reflejo al despertar, pero lo primero que lograron enfocar fue una foto de Adora siendo cargada por su equipo de baloncesto y en esa misma repisa unos cuantos trofeos y premios del mismo deporte.

Volvió a tallar sus ojos una y otra vez como si eso pudiera despertarla de una pesadilla o simplemente pudieran cambiar el panorama, pero no funcionaba, seguía viendo aquella foto de la maldita rubia sonriendo con su equipo de la preparatoria, esa estúpida sonrisa que no esperaba volver a ver nunca – Sigue igual de brillante - Pensó con una sonrisa melancólica en su rostro mientras jalaba sus rodillas para abrazarlas en un intento de reconfortarse a si misma, pero antes de poder profundizar un poco más sobre la situación, sintió que algo no estaba bien, o mejor dicho, simplemente que algo no estaba...

Con una mirada de pánico en su rostro y sus manos temblando, levantó las mantas que la cubrían tan sólo para descubrir horrorizada que lo único que llevaba puesto eran sus bragas.

- ¡No, no, no, no, no! – Adora escuchó los gritos provenientes de su habitación, por lo cual se levantó de su escondite y sin pensarlo se lanzó cual superhéroe al rescate cómo si un botón de reseteo se hubiera activado en su mente y nada de lo que le preocupaba o se cuestionaba existieran.

- ¡¿Qué sucede?! – Adora abrió la puerta de golpe topándose con ni más ni menos que aquella chica morena que la había retado al final en el juego de bebida.

Ambas chicas se quedaron viendo fijamente, siendo abrumadas por el momento incomodo que se apreciaba entre ellas. Así siguieron por un rato hasta que la rubia decidió de forma inconsciente dar un "vistazo" más completo a la chica sobre su cama, poniéndose completamente roja casi de pies a cabeza, a lo que la morena reaccionó lanzando las almohadas y todo objeto que tenía a su alcance directo a la cara de la ojiceleste, atinando un par de veces antes de que Adora reaccionara y empezara a esquivarlos.

- ¡Espera! ¡Detente! – Gritaba la rubia cada que esquivaba un objeto e intentaba acercarse para calmar a su "invitada"

- ¡Nada de "espera"! ¡¿Qué mierda pasó anoche?! – Por fin se había quedado sin cosas que arrojar y ahora solo se dedicaba a cubrirse y fulminar con la mirada a la otra chica.