Capítulo 3 - El vídeo

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Ese fin de semana, el escuadrón de mejores amigos se dedicó a limpiar todo el desastre de la fiesta y disculparse con el resto de los inquilinos. Afortunadamente Castaspella, la tía de Glimmer, era la dueña del edificio así que sólo tuvieron que cumplir con esos requerimientos y la promesa de no volverlo a hacer para que la situación no pasara a mayores. La mayoría de los vecinos pareció ser comprensivo con la situación: Unos chicos experimentando sus días en la universidad; así que también prometieron no hacerle pasar un mal rato a la dueña del lugar si mantenían ese tipo de situaciones bajo control en un futuro.

El lunes en la universidad, todo parecía ir normal, Adora asistió a sus clases desde la mañana hasta el mediodía, usualmente almorzaría rápido en la cafetería del campus junto con Glimmer y Bow, tomaría sus últimas clases y luego iría al entrenamiento con el equipo de baloncesto. Sin embargo, mientras comía, Mermista y Seahawk decidieron acompañarlos.

- Vaya fiesta la de ustedes - Dijo Seahawk mientras le pasaba el brazo por el hombro a su novia - Todo mundo la está llamando "la fiesta del año".

- Yo no la llamaría la fiesta del año - Comentó Mermista con una cara de fastidio por lo empalagoso de su novio mientras sus mejillas rojas denotaban lo contrario - Digo, fue una gran fiesta, no es como si el que las 2 nuevas sensaciones deportivas de la BMU terminaran besándose enfrente de todos no fuera una forma de explotar el ambiente aún más. - Dijo esto mirando a Adora con una mirada pícara y burlona.

- Espera ¿de qué hablas? - Preguntó Bow con una ceja levantada

- Duh ¿de como Adora casi se come a la nueva estrella del equipo de atletismo enfrente de todos? - Contestó la peliazul mientras señalaba Adora la cual casi se atraganta con el bocado del sándwich que estaba comiendo.

- ¡¿Que yo qué con quién!? - Saltó la rubia de su lugar totalmente alterada tras recomponerse por casi morir ahogada, siendo acompañada por miradas de sorpresa de Glimmer y Bow los cuales también parecían estar atando cabos en ese momento

- ¿Enserio no lo recuerdas? - Preguntó Seahawk - Puedo entender que Glimmer y Bow no lo recuerden, ellos estaban.... en lo suyo. - Les dedico una leve mirada pícara al par- Pero tú estuviste bailando con ella prácticamente la mitad de la noche.

Adora se dejó caer de nuevo sobre su asiento poniendo sus codos sobre la mesa mientras llevaba sus manos a su cabeza intentando no pensar en lo más obvio.

- Diríamos que solo es una chica más para la gran Shera, pero creo que Catra es realmente una buena adquisición a tu lista - Mermista golpeó con el codo a Adora mientras le dedicaba una sonrisa burlona.

- ¿Q-Qué? ¿D-De qué hab... - La cabeza de la ojiceleste daba vueltas, su respiración se agitaba cada vez más y más, su visión empezó a ponerse borrosa y poco a poco dejó de escuchar las voces a su alrededor.

- Adora ¿te encuentras bien? - Preguntó Glimmer a su amiga que se había quedado a mitad de la frase y sin duda parecía estar teniendo un ataque de pánico.

- Adora, necesitas calmarte - Dijo el moreno - Seguramente Mermista estaba bromeando ¿no es así chicos? - Volteó a la pareja intentando expresar con los ojos que mintieran de ser necesario mientras extendía un brazo sobre la espalda de su amiga para intentar calmarla.

- Uhh... Sí, claro - Mermista trató de no sonar tan indiferente, aunque en cierta forma estaba algo sorprendida de que la chica nueva de la que todo mundo hablaba en la universidad no tuviera idea de lo que se decía de ella. Era de todos sabido (o eso pensaba) que Adora era, además de una estrella de baloncesto, una fuckgirl en acenso.

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Catra se encontraba en lo último de la práctica de atletismo, durante todo el entrenamiento había notado actitudes algo extrañas por parte de sus compañeras, era normal que a veces susurraran chismes de ella considerando que es la miembro a vencer de la mayoría desde que casi logra romper el record escolar al poco tiempo de haber ingresado. Pero ese día estaban particularmente concentradas en ella, cada descanso se reunían a hablar de lo que sea que estuvieran hablando, entre esas "charlas" solían mirarla y en ocasiones la señalaban. Pese a eso decidió simplemente ignorarlas como siempre lo hacía, pues no ganaría nada con preocuparse por chismes o cualquier tontería que estuvieran hablando.

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