¿Va a estar bien?
No lo sé, le diste un espadazo en la frente
¡No fue mi intención, ya lo dije!
Hagan silencio, ya está despertando.
La castaña tendida en el suelo abrió sus ojos lentamente, algo aturdida por el sol y la misma confusión que la abordó al instante en que recuperó la conciencia, encontrándose con sus majestades rodeándola. Una con cara de preocupación, uno riéndose y el otro era neutral, no dejaba conocer nada en su mirada, como siempre.
La castaña oscura apenas les vio, se levantó torpemente del suelo donde estaba tendida, avergonzada, ignorando la confusión y el dolor de cabeza. Hizo una reverencia, quedándose inclinada hacia adelante, como siempre, pensando que ver a sus majestades a los ojos era un pecado.
-¡Lo siento mucho, Majestades!, ¡No sé qué me pasó!, Yo...-Esta empezó a buscar como loca el saco donde traía la ropa, dando vueltas en su sitio con las manos abiertas, buscando a su alrededor- ¡Aigoo, no pue...-
-No se preocupe, aquí está -interrumpió El rey, serio, levantando la bolsa de tela blanca en su mano, donde se hallaba toda la ropa-. Supongo que ésto ha sido enviado por mi madre, ¿No es así?
-Su majestad la reina me pidió traer este encargo para usted y los príncipes -respondió, haciendo una segunda reverencia ante el monarca- Disculpe si me tardé y...--
-No importa, vete.
El rey le hizo un gesto con la mano y, llevando en su mano la ropa enviada por su madre, se hizo a un lado con indiferencia y tranquilidad, alejándose de aquellos sin decir nada más.
-¿Va a estar bien? -Preguntó la princesa Inés, mirando con cierta inquietud todavía a la mayor- Lo siento mucho -se disculpó haciendo una reverencia con la cabeza.
-No hay problema, princesa; ya me encuentro bien, sólo fue un rasguño. Ha sido gusto verla -aseguró la costurera Nana, sonriendo con amabilidad, haciendo una milésima reverencia- ¿Puedo retirarme?
- Claro, no hay problema -Respondió dulcemente la morena, asintiéndole repetidamente.
Nana hizo una reverencia a los dos príncipes, pero, apenas hizo ademán de marcharse, el príncipe Kim la tomó delicadamente del antebrazo, deteniendo su andar con aquel simple movimiento.
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The Min Dynasty [Min Yoon-Gi]
FanfictionLa arrogancia en contra de la humildad. Si eres arrogante, aunque lo tengas todo, estarás solo; mientras que, si eres humilde, incluso aunque no tengas poder, serás parte de la comunidad y representarás a la gente. El rey Min tiene un corazón endure...